De oportunistas y chapulines
octubre 8, 2018
A la pálida y amarillenta luz de la luna
que se filtraba por las contraventanas,
vi al miserable monstruo que había creado.
Mary Shelley
En las elecciones del 1 de julio de 2018 los mexicanos decidieron darle a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) la oportunidad de gobernar el país y junto con él a una nueva fuerza política, Morena.
El desgaste de los otros partidos políticos, principalmente el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN), propició el triunfo arrasador de López Obrador en la Presidencia de la República, con más del 53% de los votos.
El entonces candidato de Morena – Encuentro Social (ES) – Partido del Trabajo (PT) y sus voceros utilizaron una serie de expresiones con las que llamaron al voto por y para sus candidatos: “voto masivo”, “voto parejo”, “seis de seis”, entre otras.
De este modo, los ciudadanos, cansados de un sistema político que no ofrecía soluciones a sus demandas, “compraron” la idea de que la nueva oferta política era “la esperanza de México”; sin embargo, Morena no es un partido político surgido de la ciudadanía, ajeno a la clase política preexistente, es más bien como el monstruo de Frankenstein: construido a partir de fragmentos de otros cuerpos, putrefactos y en descomposición.
Morena es producto del oportunismo y del transfuguismo políticos y del chapulineo, en el que se enquistaron, como rémoras, los peores perfiles de la política mexicana; los cuales serán piezas clave en el próximo sexenio, como Manuel Bartlett Díaz (expriista), que será director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), o Germán Martínez Cázares (expanista), hoy Senador de la República y próximo director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Pero así como Bartlett Díaz y Martínez Cázares, muchos expriistas, expanistas, experredistas, en los ámbitos municipal, estatal y federal, se sumaron al proyecto morenista, traicionando los principios y postulados de sus partidos políticos, los cuales defendieron mientras tuvieron espacios de participación y recibieron beneficios, pues vieron venir el inminente triunfo electoral del tabasqueño.
Los mercenarios políticos son los que más daño le hacen a la política mexicana, pues, como los camaleones, se adaptan al color de la nueva realidad, siempre buscando el beneficio personal; son la encarnación de la máxima del veracruzano César Garizurieta: “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
LA CUADRATURA
Un diputado local de San Luis Potosí impulsará que los delincuentes tengan acceso al IMSS y al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), mientras el Presidente electo asegura que desaparecerá el Seguro Popular. ¿Cuarta transformación o transformación de cuarta?
