Niñas libres de violencias
octubre 12, 2018Alma Daniela
“La fortaleza es la virtud moral que da valor al alma
para poder afrontar con coraje y vigor los riesgos,
moderando el ímpetu de la audacia.
Siempre manteniéndose en la recta razón en el obrar”.
Judith Shklar.
Desde el inicio de la historia de la humanidad, las mujeres han estado subordinadas a la voluntad de la sociedad, que nos colocó por debajo, por nuestro género; este principio se observó a nivel cultural y religioso, en algunas religiones como la católica, que colocó a Eva como un complemento de Adán. Sin embargo, la historia nos ha dado pautas para calificar, en una narrativa, como trascendental nuestro papel en el desarrollo y evolución de una sociedad.
Actualmente, sólo el 43.9% de las mujeres son económicamente activas en México, cifra que se traduce en el restante, como dependientes de varones. Por su parte, en el ámbito internacional, la paridad tampoco ha sido alcanzada, ya que, en recientes estudios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se obtuvo un 36.9% de mujeres ocupando cargos en áreas profesionales y categorías altas (8,497 de 23,006). Esto virtualmente no representa ningún cambio, pues estaríamos hablando de un incremento de aproximadamente 0.6%, desde el 31 de diciembre del 2003.
Aunque es de reconocerse que estamos viviendo una consolidación histórica, en el reconocimiento de nuestros derechos, con la existencia de leyes, protocolos y firmas de acuerdos internacionales, nacionales y locales, que protegen y promueven la igualdad entre mujeres y hombres; esto es sólo un peldaño en la escalera para lograr el objetivo; las leyes, los acuerdos, cartas y protocolos, por sí mismas no bastan para garantizar la igualdad.
De aquí, la importancia de nuestro compromiso; el acceso a la justicia, constituye el objetivo primordial del ejercicio y defensa de los derechos humanos. A penas ayer, 11 de octubre, conmemoramos el Día Internacional de la Niña, y basta con ello, reconocer a tantos nombres que a pesar de tener corta edad, nos muestran un camino de condiciones marcadas, que hacen de este mundo un lugar mejor para vivir; nombres que resuenan en la voz de inspiración, como Malala Yousafzai, Ahed Tamimi o Naomi Wadler.
¿Por qué mirar un mundo con otra perspectiva? Porque sólo la reflexión introspectiva hará de éste un mundo más justo, un mundo en el que no tengamos que decir cada cuatro minutos “se está violando a una niña o asesinando a una mujer”… En este día, yo convoco a que reflexionemos sobre la importancia de poner un alto definitivo a la violencia contra las niñas.
Hoy existen miles de mujeres mexicanas, cuya tarea comprometida con la justicia está por encima de su propia persona; su esfuerzo está focalizado, empeñado y comprometido con la justicia de género. Dice un fragmento de Pedro Páramo: “Hacía tantos años que no alzaba la cara, que me olvidé del cielo”… Hoy las niñas de México y el mundo tienen derecho a levantar la cara para encontrar el cielo de la justicia y la igualdad.
