Diez mitos y realidades sobre el NAIM

Diez mitos y realidades sobre el NAIM

octubre 23, 2018 Desactivado Por La Opinión de

Hugo Monroy

El jueves inicia la consulta sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y es transcendental conocer la dimensión de la decisión que habrá de tomarse este fin de semana.

Los últimos días se ha discutido mucho al respecto, pero aún hay muchas incógnitas en el aire.

1. Lo más importante es PARTICIPAR.

2. Es ilegal. Debería ser convocada por el Presidente –en funciones, no electo–, 33% de los miembros del Congreso o el 2% de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral; las preguntas deberían ser revisadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); la organización, correr a cargo del Instituto Nacional Electoral (INE), y debería celebrarse al mismo tiempo que la elección federal (la próxima será en 2021).

3. Es inequitativa. Al ser convocada, organizada, financiada, vigilada y escrutada por un partido político y organizaciones afines, carece de objetividad, lo que indica que hay tendencia para favorecer una opción.

4. Carece de representatividad. Se estima instalar 1,073 mesas de votación en 538 municipios (de los 2,457 del territorio nacional), con un total de un millón de boletas, lo que significa:

  • Una participación apenas superior al 1% del padrón electoral –considerando los 90 millones de mexicanos inscritos–, y
  • En promedio habrá 931 boletas por cada mesa de votación, lo que será insuficiente para los cuatro días que durará el ejercicio.

5. Elementos técnicos. Muy pocas personas en el país poseen los conocimientos necesarios sobre aeronáutica, impacto ambiental, mecánica de suelos y muchos otros datos especializados; sin dejar de mencionar que únicamente la opción de Texcoco cuenta con estudios serios, hechos por instituciones de prestigio internacional, que confirman la viabilidad del proyecto.

Recordemos que, sin los dictámenes técnicos de seguridad, avalados por organismos internacionales, ninguna aerolínea del mundo arriesgará a los pasajeros, tripulación y flota de aviones.

6. La opción de Texcoco lleva un 31% de avance, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y cancelar la construcción repercutiría en multas e indemnizaciones por más de 100,000 millones de pesos. Por otra parte, se ha afirmado que Texcoco es un proyecto rentable y autofinanciable, por lo que el costo no es impedimento.

Se ha dicho que el dinero de las Afores está en riesgo, lo cual es cierto sólo si se cancela Texcoco; como se ha dicho, esta opción es rentable y, de mantenerse, las Afores obtendrán rendimientos para sus usuarios.

7. Estabilidad macroeconómica. Si se cancela Texcoco se generará incertidumbre en los mercados porque los inversionistas del mundo no confiarán en México y habrá fuga de capitales, sin olvidar que la calificación crediticia del país se verá mermada y nos será más caro y complicado obtener financiamiento para los proyectos que planea el nuevo gobierno.

8. Hay quienes aseveran que, por construirse en zona lacustre, el aeropuerto de Texcoco se hundirá y su costo de mantenimiento será elevado;

  • Cabe recordar que se han construido aeropuertos sobre el mar, por lo que el hundimiento puede resolverse;
  • Sobre el costo, se ha dicho que será rentable, y
  • Actualmente el lago está casi seco, sin embargo, existe un proyecto de recuperación del ecosistema, elaborado por expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

9. De ganar la opción de Santa Lucía tendrían que darse varios pasos:

  • Remodelación del actual aeropuerto;
  • Ampliación del aeropuerto de Santa Lucía –sin dejar de lado que es una instalación militar y se perdería su presencia en esta zona del país–, y
  • Ampliación del aeropuerto de Toluca.

Todo esto hará muy difícil y lento el traslado de pasajeros y mercancías, lo que elevará los precios para los usuarios y restará competitividad a nuestro país.

10. Saturación. En primer lugar, la necesidad de un nuevo aeropuerto es por la saturación del actual, necesitamos mayor capacidad para recibir más pasajeros y mercancías, lo que no se resuelve con la opción de Santa Lucía y, a la larga, sería un gasto equivocado e innecesario.

Así que, estimado lector, una vez conocido este decálogo, podrá tomar una mejor decisión, la cual comentaremos la próxima semana.

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