Beneficios de ser oposición
noviembre 7, 2018Cuando se asume la política como responsabilidad social, si se lucha por defender valores, proyectos sociales, se debe entender que no estamos sometidos a calendarios, que los eventos periódicos, como las elecciones, son eventos importantes de cuyos resultados no debe depender el fin o la continuidad de una lucha.
Obviamente que las elecciones son sucesos muy importantes, pues se juegan espacios de poder político y de recursos gubernamentales para ajustar leyes, moldear instituciones públicas, utilizar recursos para realizar proyectos de desarrollo económico y social, y además acuerdos sociales que soporten el modelo político y social que se representa.
Cuando se tiene convicción y se cree con determinación en las ideas que se postulan no se claudica. François Mitterrand, después de tres intentos fallidos, por fin en el cuarto intento logró la presidencia de Francia, fue reelecto y realizó un excelente gobierno. Lo mismo sucedió en México con López Obrador, lamentablemente en nuestro caso, todavía no toma posesión y ya ha sembrado muchas dudas.
Ser oposición ¿vale la pena? ¡Por supuesto! Desde la oposición se puede influir en la orientación de las políticas gubernamentales; vigilar y denunciar, en el caso de desviaciones, a los funcionarios públicos que caen en tentaciones; y si se actúa con objetividad y determinación se avanza mucho en el ánimo y confianza de la sociedad.
El Partido Comunista Italiano –pudiendo hacerlo– no tomó el poder por que no había condiciones para realizar su programa económico social. Asumir el poder y no cumplir significaba perder la confianza de sus seguidores y de la sociedad. Como oposición ha tenido una gran influencia y una presencia muy importante en el Parlamento italiano.
Ser oposición es altamente formativo, como por el contrario ser gobierno puede ser corrosivo; cuántos llegan a una oportunidad de gobierno después de haber asumido una posición crítica, hasta la virulencia, contra la corrupción para luego sucumbir frente a la primera tentación.
Yo espero que el ser oposición sea la oportunidad para hacer ejercicios de autocrítica e impulsar proyectos de reformas de fondo en los que, mas que pensar en ganar por ganar, se piense en un auténtico programa de formación de cuadros, en los que se privilegie la formación ética, el espíritu de lucha, la sensibilidad ante el sufrimiento humano y la determinación por luchar contra las angustias y las grandes disparidades en las condiciones de vida de las poblaciones y, entender, en funciones de estos propósitos, la importancia de ganar el gobierno para tener los recursos y las herramientas para realizarlos.