Libertades en riesgo
noviembre 12, 2018Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la Presidencia de la República, lo cual se concretará el próximo 1 de diciembre; el control que ya ejerce sobre las dos cámaras del Congreso de la Unión, a través de su partido político, Morena; así como la mayoría que detenta en 19 legislaturas locales, con la misma organización política, las libertades en México se encuentran en riesgo, de manera particular la libertad de expresión y la libertad de manifestación.
La evolución del sistema político mexicano, y una sociedad cada vez más madura, permitió transitar de un partido único a un partido hegemónico y posteriormente al pluripartidismo y a la intensa competencia electoral.
Pero la tercera transición, la del 2018, ha traído de regreso la hegemonía de un partido político, Morena, lo cual no es sano para la democracia ni para la convivencia armónica de una sociedad polariza; polarización propiciada por el propio Presidente electo.
El poder absoluto en manos de un solo hombre, la Presidencia imperial que se había ido, ha vuelto por decisión de los mexicanos; sin embargo, el Presidente electo constantemente confronta a quienes no comulgan con sus ideas o cuestionan sus decisiones, sin importar si son personas, instituciones o medios de comunicación.
En 2006 AMLO mandó “al diablo a las instituciones”, a consecuencia de la derrota electoral, cuando perdió la Presidencia frente a Felipe Calderón; su discurso se ha centrado en la “mafia del poder”, causante de todos los males en el país; él es el único político honesto, con calidad moral para señalar la corrupción del otro, pero no para reconocer la de sus cercanos.
Cuando López Obrador fue Jefe de Gobierno y hubo una marcha en contra de la inseguridad, la descalificó diciendo que era la “marcha de los pirruris”; hoy, a quienes están en desacuerdo con él, con Morena y con lo que representan, los desacredita llamándoles fifís.
La semana pasada la revista Proceso, la cual se ha caracterizado por ser crítica del poder, colocó a López Obrador en su portada, con el siguiente título: “AMLO se aísla. El fantasma del fracaso”.
La reacción del Presidente electo fue la que siempre ha tenido frente a la crítica, la descalificación y el improperio: “una revista sacó una foto, no solo la de la portada, sino al interior una foto donde parezco decrépito, chocheando, y el título de la portada es de que estoy solo y se avizora el fracaso. Muy sensacionalista, amarillista la revista”.
También se ha referido como “prensa fifí” a los medios que cuestionan su actuar y sus decisiones y ha manifestado que no dejará de hacerlo, porque es su derecho.
La libertad de expresión que ejercen los ciudadanos de la República por las decisiones o acciones de un político, de un partido o de un nuevo régimen, son necesarias para mantenernos en una democracia; pero el autoritarismo con el que se conduce López Obrador es preocupante, porque el mandato de convertirse en Presidente de la República es para representarnos a todos, pero actúa como jefe de camarilla.
LA CUADRATURA
El anayismo que todavía controla al Partido Acción Nacional (PAN) votó a Marko Cortés y botó a Manuel Gómez Morín, ¿con esta elección se generará un sisma del que surja el partido de los Calderón–Zavala?