Lo que fue la diplomacia
noviembre 12, 2018The Institute of Global Ethics describió en sus informes recientes que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es “uno de los centros de corrupción del mundo occidental”. ¿Cuándo acaeció el apogeo de este órgano internacional? De acuerdo a sus orígenes, prosperó la iniciativa fundacional con el designio de evitar conflictos bélicos; ello, tras los hechos infortunados que constatamos durante las guerras mundiales.
Posterior a su creación, hubo un episodio de incertidumbre sobre cómo operaría este organismo; sus líderes, confundidos y atados de manos, por los intereses de las grandes potencias, poco podían generar sin herir susceptibilidades.
¿Cuándo demostró fortaleza? Sin temor a equivocarme y no me dejarán mentir los expertos en el área diplomática… Dag Hammarskjöld, segundo Secretario General en la historia de la ONU, marcó un antes y un después en esta instancia conciliadora que, en esencia (no en la práctica), funge como garante de la soberanía de los pueblos. Durante su periodo, ejerció de manera ejemplar dicha responsabilidad sin enemistarse con los grupos políticos y representantes de relaciones exteriores de las múltiples naciones.
Entre sus acciones ejecutivas podemos encumbrar su talento en la negociación con Zhou-Enlai, en la liberación de 11 aviadores estadounidenses, detenidos en China, o la búsqueda de paz en el enfrentamiento entre los egipcios, israelíes, ingleses y franceses por el Canal de Suez.
Hombre de suma seriedad y árbitro de rígida faceta, acreedor al Premio Nobel post mortem. En tiempo actual y abarcando cada rincón de nuestro globo terráqueo, considero que persisten panoramas adversos; los países (especialmente en el continente americano) han elevado sus índices de violaciones a derechos humanos; Estados en situación de vulnerabilidad por el abuso de los magnates empresariales, autoritarismo en detrimento del ciudadano o sencillamente se viven escenarios de discriminación, casos de desaparición forzada, violencia de género o limitación de la libertad de expresión.
El problema es de todos. Exijamos el correcto funcionamiento de lo que Hammarskjöld posicionó a nivel global con notoria credibilidad.