Poesía
noviembre 20, 2018 Desactivado Por La Opinión de“Manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa”, por definición eso es la poesía. Un canto a la belleza en palabras coloquiales; pero si es un canto a lo que creemos que puede ser bello, ¿por qué está desapareciendo o cada vez más gente se niega a leerlo?
El éxito principal de la poesía, desde mi punto de vista, más allá de si es verso libre o respeta exactamente todas las métricas y cualidades de un poema perfecto, es la subjetividad (como todo arte). Ya que para todos la belleza que queremos resaltar en algo, alguien o nosotros… solo uno mismo la puede conocer.
El cliché es que la poesía es para cursis o enamorados, que es para dedicar o conquistar algo; quizás, es solo para ser más interesante y tener un tema del cual presumir. Y, claro, que es sumamente aburrida.
Pero lo cierto es que la poesía es para uno mismo. No lo consideraría mi género favorito. Ni un género que hasta hace realmente poco me comencé a involucrar en leerlo y saber de él. Pero sí es un género con el que, en más de una ocasión, me he sentido identificado, conmovido, o ha causado sensaciones diferentes en mí.
Está bien expresarnos con memes en redes sociales, pero en una época en la que cada vez es más común y necesario abolir esa creencia que ir al psicólogo es para locos, la poesía puede reflejar un medio para identificar lo que más miedo nos da admitir o, incluso, encontrar el sentimiento que queremos describir.
Ayer por la noche una amiga me dijo “casi a nadie le gusta leer poesía”. Y es fácil de entender, a casi nadie le gusta exhibir sus sentimientos. Hay muchos tipos de poesías, desde luego que yo he leído cosas que me han parecido aburridas o dentro de los clichés.
Pero en una amplia gama de poetas a lo largo de la historia, creo que todos deberían de darse la oportunidad de leer por lo menos alguna vez en la vida un poco de poesía.
¿Un poco de recomendaciones? Podrían ser los ya consolidados: Benedetti, Bukowski, Girondo, Carreto, Sabines, el clásico Neruda, Rubén Darío, García Lorca, Amado Nervo, Bécquer, Machado, Paz, Mistral, Storni, Sor Juana, Castro, Fuertes, Castellano y así podría seguir. Pero de algo estoy seguro, buscando, hay uno para cada persona.