Mensaje a la Nación del 1° de diciembre (2)
diciembre 6, 2018Como lo comentamos la semana pasada, en esta ocasión realizaremos algunos comentarios sobre el discurso pronunciado el pasado 1° de diciembre por el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Iniciaremos compartiendo los datos que manejan distintos medios de comunicación, referentes a la audiencia que tuvo la transmisión de la Toma de Protesta: 17 millones de espectadores en Televisión y 3.3 millones por redes sociales.
Las palabras que más utilizó AMLO en su discurso fueron las siguientes:
* México, 30 veces
* Presidente, 29 veces
* Pueblo, 29 veces
* Gobierno, 24 veces
* Corrupción, 19 veces
* Neoliberal, 18 veces
A partir de la versión estenográfica del discurso de AMLO, y utilizando el índice Fernández-Huerta, se puede calcular el nivel de legibilidad del discurso, es decir, si fue fácil o difícil de entender; con esta herramienta se obtuvo una ponderación de 56.25, lo que nos habla de un texto con cierto grado de dificultad (nivel pre-universitario). La escala del índice de legibilidad Fernández-Huerta va de 0 a 100, siendo 0 el nivel más complicado (universitario de especialización) y 100 el nivel más sencillo (nivel educación básica).
En términos generales fue un discurso sin sorpresas, donde confirmó sus ideas y promesas de campaña; Andrés Manuel arrancó su discurso con un reconocimiento, un tanto sorpresivo, a Peña Nieto por no intervenir en las elecciones, mención que debió de haber sido, desde mi punto de vista, para sus simpatizantes, los electores que le dieron su confianza y para las autoridades electorales.
El mensaje se cimentó en hablar del pasado, de lo mal que estamos, de los errores que se cometieron y en denostar al modelo neoliberal. Sobre esto, me parece que AMLO se dejó llevar por el diagnostico fácil, cómodo y poco profundo de los retos que ha enfrentado nuestro país; la realidad de la historia económica de México está acompañada de profundas transformaciones políticas, ideológicas y económicas a nivel mundial; la visión de un Presidente debe de ir más allá de simplemente culpar de todos los males al modelo neoliberal y a la corrupción.
Otro de los temas relevantes del mensaje fue la corrupción, afirmando que es uno de los males que impide el renacimiento de México y compartió los datos de Transparencia Internacional que nos califican en el lugar 135 de 176 países evaluados en nivel de corrupción; pero por otro lado Andrés Manuel también mencionó que juzgar a todos los corruptos metería al país en una dinámica de fractura, conflicto y confrontación, por lo que propone “pongamos punto final a esta horrible historia y mejor empecemos de nuevo”.
Se pronunció por respetar la autonomía del Banco de México, por no gastar más de lo que se recaude y dijo que no subirá la deuda, también dijo que durante los primeros tres años no subirá impuestos. Insistió en la construcción de la refinería y la habilitación de las seis actuales y que, al finalizar esto, bajaría el precio de las gasolinas.
Por último, creo que un tema ausente del discurso de Andrés Manuel fue el llamado a construir y a trabajar en conjunto, la invitación a quienes no piensan como él a sumar y proponer; los retos de nuestro país no tienen un solo culpable y de la misma manera no se solucionaran solamente por una persona.
