Sin producto no hay robo
enero 7, 2019El fin de la temporada decembrina llegó con una amarga sorpresa para miles de vacacionistas: el desabasto de gasolina. Imaginen estar en Guanajuato y tener que regresar ayer a la CDMX… el carro tiene menos de medio tanque… las filas en las pocas gasolineras que aún tienen combustible alcanzaban más de 100 vehículos. La situación es similar en por lo menos 5 estados del país. La razón: el cierre de múltiples poliductos de Pemex para prevenir el robo de combustible.
AMLO reportó, con gran orgullo, que en su primer mes como presidente logró disminuir en 95% el huachicoleo. Y es cierto. Pero es como decir que ha habido menos robos porque la gente dejó el dinero en su casa. Se robó menos, sí, pero no se resolvió nada. Y el ciudadano común terminó peor, porque el combustible no se roba, pero tampoco les llega. Las bandas de huachicoleros y los empleados de Pemex que están involucrados no roban, cierto, pero tampoco se les ha molestado.
El huachicoleo no debe combatirse cerrando ductos; debe combatirse haciendo seguros los ductos. Debe atenderse combatiendo y procesando a aquellos que roban, distribuyen y consumen combustible robado. Debe combatirse mejorando la vigilancia sobre el personal de Pemex. Debe atacarse como lo que es: un problema de seguridad nacional que nos cuesta miles de millones de pesos, y cada vez más vidas, al año.
Es muy buena noticia que algunas personas involucradas en el huachicoleo, incluyendo la esposa de un alcalde poblano y docenas de operarios gasolineros, ya hayan sido identificados y se hayan iniciado procesos judiciales o administrativos en su contra; sin embargo, no puede pensarse que eso va a resolver el problema. Hay que recordar que el meollo del asunto está, y siempre ha estado, en Pemex.
¿Por qué Pemex? Porque decir “perforar un ducto para robar combustible” es muy fácil, pero hacerlo no lo es; es una operación delicada, muy técnica, que requiere conocimientos y herramientas especializadas. Los ductos, en su mayoría, tampoco están a la vista. “Alguien”, y no es difícil imaginar quién, indica por dónde pasan los ductos y los mejores lugares para perforarlos y se hace cargo de la operación. El huachicoleo es un crimen contra Pemex, llevado a cabo por personal de Pemex, usando herramientas de Pemex. Y es por ahí por donde el Presidente debe concentrar sus esfuerzos.
Yo espero que el gobierno tenga a bien poner en funcionamiento los ductos a la brevedad. El suministro mediante carrotanque simplemente es inviable y mantiene el riesgo de robos. Si es necesario que ponga a su flamante Guardia Nacional a vigilar los ductos y estaciones de bombeo en toda su extensión. Y, sobre todo, que no quiera engañarnos diciendo cosas como que bajó 95% el robo de combustible, cuando la razón es que no hay gasolina que robar en todo el centro del país.