Tribunal sumiso

Tribunal sumiso

enero 28, 2019 Desactivado Por La Opinión de

La renuncia de Janine Otálora Malassis a la Presidencia de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) envía un pésimo mensaje, por lo que a la justicia electoral se refiere; un mensaje de debilidad, de rendición, de sumisión frente al poder absoluto del régimen.

La Presidenta del TEPJF no resistió las presiones. José Luis Vargas Valdez fue el brazo ejecutor de Morena-Gobierno para quitar del camino a Otálora Malassis, para las decisiones futuras; Vargas Valdez fue quien presentó el proyecto de anulación de la elección de Puebla, el cual sólo consiguió la mitad de los votos para anular los comicios y el voto de Otálora fue definitivo para que Martha Erika Alonso conservara la Gubernatura.

Derivado de dicha votación Vargas Valdez y Otálora Malassis se confrontaron mediáticamente; a partir de ello el primero exigió la renuncia de la segunda y la amenazó con iniciar un proceso para destituirla; lo cual resulta por demás reprobable, pues el voto de los Magistrados no depende de lo que sus compañeros consideren como lo correcto o no, es una votación colegiada y se convence con argumentos; además de que fueron cuatro los Magistrados que no acompañaron el proyecto de Vargas, no sólo la Magistrada Otálora.

El Magistrado Vargas Valdez hizo público su proyecto de resolución, el 2 de diciembre de 2018, en su cuenta de Twitter, en el que planteaba la anulación de la elección de Gobernador de Puebla, sin que éste se hubiera discutido por el Pleno de la Sala Superior del TEPJF; en medio de un clima de polarización y crispación política, el documento “filtrado” por el propio Magistrado ponente ejercía una gran presión sobre sus pares, pues le daba “argumentos” jurídicos a la opinión pública y prácticamente “obligaba” a los otros seis Magistrados a votarlo a favor.

Vargas Valdez parecería estar emulando a Varguitas, el protagonista de La Ley de Herodes, al pretender establecer reglas a modo a su pensamiento, a su actuar y a lo que el régimen pretende. Vargas es el caballo de Troya en TEPJF, es el primer Magistrado que abiertamente se inclina a los deseos de la “nueva república”; sus proyectos se alinean a los deseos del inquilino de Palacio Nacional, como ejemplos, la sanción a Ricardo Anaya y la anulación de la elección de Puebla.

Seguramente la alineación del Magistrado Vargas Valdez se debe a la iniciativa presentada por el Senador de Morena Cruz Pérez Cuéllar, la cual pretende regresar a los periodos originales para los que fueron electos los Magistrados, apenas unos días antes de la votación que definiría el futuro de Puebla, lo cual perjudica directamente a Vargas, quien debería dejar el Tribunal el 31 octubre de este año, junto con Indalfer Infante, y no el 31 de octubre de 2023, según la prórroga avalada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En el mismo sentido, los Magistrados Felipe Fuentes y Reyes Rodríguez deberían terminar sus periodos el 31 de octubre de 2022, y no el 31 de octubre de 2024; lo cual permitiría al Presidente López Obrador designar a cuatro de los siete Magistrados antes del proceso electoral de 2024.

Si la prioridad de los Magistrados es su empleo, la justicia electoral está atada a aquel de quien ese empleo depende.

LA CUADRATURA

¿En serio todos los problemas de México se resuelven regalando dinero?

Alberto Lugo Ledesma

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