Competitividad vs. estulticia

Competitividad vs. estulticia

junio 4, 2019 Desactivado Por La Opinión de

El lunes de esta semana sucedió una de tantas cosas raras que vemos en la CDMX; mientras que la Jefa de Gobierno anunció la neutralidad en el uso de los uniformes escolares, lo que se entiende bajo la lógica progresista de un gobierno que se dice de izquierda, al mismo tiempo, un sector de la población asume una postura anacrónica, en la que rechazan –y temen– la competencia del libre mercado, como si esto todavía llevara por nombre de Nueva España.

Si usted, estimado lector, es uno de los millones de automovilistas o transeúntes que diariamente recorren la Zona Metropolitana del Valle de México, o bien, el Valle de Toluca, seguramente se topó con esta manifestación –que no propiamente marcha, porque se desplazaron en vehículos–, cuya exigencia es la prohibición a las plataformas digitales de transporte de pasajeros (Uber, Didi, Cabify, entre otras), con el “argumento” de que no existe un piso parejo para la competencia entre los conductores de éstas y taxistas; veámoslo con más detalle.

  1. Pago de impuestos: los taxistas afirman que ellos deben pagar por las placas y la revista, lo cual es un desembolso oneroso; sin embargo, todos los socios de las diversas plataformas deben estar inscritos ante el SAT, además de que los impuestos correspondientes se descuentan de forma automática en cada viaje.
  2. Ilegalidad: en toda la Ciudad y en el Estado de México hay miles de taxis piratas o tolerados, mismo que evaden el pago de impuestos mediante una aportación económica a algún concesionario o líder transportista; mientras que los socios y conductores de plataformas deben registrar los datos del vehículo y sus documentos personales.
  3. Seguridad: existe una mayor certeza para los pasajeros al abordar una unidad que ha sido registrada y validada, así como verificados los datos del conductor; y si bien es cierto que han sucedido casos de delincuencia en los autos de las plataformas, la comparación es ociosa con los taxis. Sin dejar de mencionar que las plataformas permiten compartir la ubicación y ruta de cada viaje con alguna persona de confianza.
  4. Calidad de servicio: es cierto que en años recientes se ha modernizado la flota de taxis y han desaparecido los famosos vochos verdes y amarillos, para dar paso a los autos hello kitty o iron man; sin embargo, las unidades no siempre se encuentran en óptimas condiciones de funcionamiento, seguridad o higiene. Por su parte, en las plataformas se exige que los vehículos sean de modelos recientes, las cuales siempre deben encontrarse en buenas condiciones de funcionamiento y estéticas, sin mencionar que es obligatoria la limpieza.
  5. Tarifas: uno sabe exactamente cuánto va a pagar antes de solicitar un auto en las plataformas y puede elegir entre las distintas categorías de servicio; no obstante que con los taxis no se puede saber el costo del viaje, sino hasta llegar al destino, sin olvidar que es más caro en la noche “por la tarifa nocturna” o en muchas ocasiones los conductores imponen su costo “porque es lo que siempre se cobra”.
  6. Destino del viaje: ¿quién no ha escuchado el famoso “no voy para allá, joven”? Hay taxistas que niegan los viajes al usuario porque no quieren salir de su zona preferida, mientras que las plataformas siempre llegan al destino deseado, sin pretextos.

Estas son las principales razones por las que no hay piso parejo y es que la diferencia es obvia, cualquier persona habrá de optar por un mejor servicio a menor costo. Por lo que, si usted es taxista o conoce a alguno, mejore o invítelo a mejorar su servicio, adoptar las herramientas tecnológicas y a pensar en sus clientes, le aseguro que le va a ir mejor y los usuarios lo van a agradecer… el sol sale para todos.

Hugo Monroy

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