Desobediencia civil y política exterior de México-EEUU

Desobediencia civil y política exterior de México-EEUU

junio 14, 2019 Desactivado Por La Opinión de

En tanto Donald Trump lanzó sus amenazas de los aranceles a México, el gobierno resolvió enviar una delegación para negociar los términos de un acuerdo que resultara “mutuamente beneficioso”. Resalta aquí el supuesto beneficio, pues si observamos la conducta en Twitter del Presidente, no se muestra satisfecho con los resultados y acuerdos, por lo que las relaciones diplomáticas entre ambos países se encuentran actualmente en un punto medio entre tranquilidad y tensión.

Si bien la relación diplomática entre México-Estados Unidos, históricamente ha sido entre cordial y en ocasiones complicada, Enrique Krauze definió a Trump como el peor enemigo que ha tenido México en EEUU desde James Polk, Presidente durante la guerra con Estados Unidos de 1846-1848; si bien hay algo de cierto en esta afirmación, todos los presidentes mexicanos han procurado una política exterior bilateral y de apoyo, aunque no por eso las relaciones han sido menos complicadas.

Aquí falta entonces el factor de la desobediencia civil, entendida como el desconocer la autoridad y legalidad del Estado por acciones que son injustificables, situación que en ningún lado de la frontera se ha llevado a cabo. Como dato en 1848 el escritor y filósofo estadounidense Henry D. Thoreau escribió un ensayo titulado Desobediencia civil, que incluso fue la base para el movimiento de Gandhi, el autor con ideas progresistas para su época mantuvo la postura de negarse a pagar sus impuestos al desconocer a un régimen que fomentaba la esclavitud y los atropellos contra México, una guerra injustificada que en su opinión sólo fue obra de un selecto grupo de personas que seguían al pie de la letra el Destino manifiesto.

Andrés Manuel López Obrador llamó el pasado fin de semana, en Tijuana, a los ciudadanos mexicanos, con el respaldo de los gobernadores, a través de la Conago; en un acto que originalmente estaría destinado a una sutil desobediencia civil tropicalizada, la cual se convirtió en festejo por los resultados de las negociaciones en las que ahora México se encuentra en una posición compleja en la que ahora el país está comprometido con reforzar la frontera, contener la migración centroamericana, además de la propia, y comprar productos agrícolas a los campesinos estadounidenses; aún falta clarificar qué acuerdos según Trump no han salido a la luz, además de los problemas sociales que esto conlleva a futuro.

Gildardo Ledesma

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