México: ni se movió con Peña ni se transformará con Obrador
julio 11, 2019Los seis años del Gobierno de Peña Nieto serán recordados porque México se movió hacia la corrupción y se ejemplificó en la Casa blanca, Odebrecht, Duartes, Borges, socavón y la estafa maestra.
Además, las grandes divisiones entre Osorio Chong y Luis Videgaray que partieron al Gabinete y los lujos que muchos funcionarios disfrutaron a costa de nosotros.
En la sucesión, Peña ofreció al PRI, a través de un Convenio de Coalición, que favoreció a la oposición y negoció su impunidad ante la imposición de un excelente servidor público, pero no un buen candidato.
Así fueron seis años para México y en seis meses las notas periodísticas siguen siendo las mismas, pero con otros rostros y otro partido; el Presidente López Obrador ofreció transformar a México, pero sigue haciendo lo mismo.
En este tiempo el compadrazgo se ha encarnado en el servicio público, como los casos de Riobóo y Romo y la imposición de amigos cercanos en cargos especializados como son la CRE, la SCJN, Pemex, entre otros.
El recortar por recortar un presupuesto está dejando zancón a México y seguro lo dejará peor para 2020, cuando los Diputados de Morena y sus aliados aprueben un PEF con clientelismo electoral y no con responsabilidad social.
La estrategia de mantener su popularidad, al regalar dinero público a diestra y siniestra, y una estrategia de comunicación donde todo es culpa de la corrupción y del gobierno anterior, es la constante justificación cuando las cosas no salen bien.
Una inexplicable estrategia, sin detenidos, en contra del huachicol y de la corrupción; un perseguido político en tiempos electorales para beneficiar a su partido y una Fiscalía a modo que impide la comparecencia de Peña Nieto y sus secuaces, son ejemplos de que la impunidad en México seguirá siendo real.
Un sector salud sin médicos y medicinas, un sector de ciencia sin investigadores, un sector educativo sin maestros preparados, un sector deportivo sin patrocinios y un sector industrial sin obras, es la descripción de una supuesta transformación.
Seguimos viendo adjudicaciones directas, sin la justificación de ley; seguimos viviendo un país inseguro y ahora conflictuado con la policía federal ante una imposición mal armada de una Guardia Nacional.
Uno de los más altos funcionarios de la 4T se les va. Su renuncia demuestra la continuidad de imponer amigos en cargos públicos, sin conocimientos, y la falta de congruencia económica de las decisiones del Presidente; el capitán necesita quien le ayude y el Presidente no se deja ayudar.
Conclusión: estoy seguro que cada vez que habla nuestro Presidente muchos ponemos la cara que mostró el nuevo Secretario de Hacienda; falta quizá año y medio para una revocación de mandato o quizá cinco más de este gobierno, pero algo es cierto: México sí necesita moverse o transformarse ante las malas decisiones del PRI, del PAN y ahora de Morena; cuándo saldrán notas vencedoras o que den gusto, no lo sé…