“Yo respeto” ante el panorama de intolerancia política
julio 26, 2019 Desactivado Por La Opinión deEl filósofo de la Ilustración Voltaire es reconocido por la máxima que reza “no estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé tu derecho a decirlo”, que como dato técnico algunos aseguran que jamás fue pronunciada por él, sino en este caso se la debemos a la escritora británica Evelyn Beatrice Hall, quién fue una gran estudiosa de la obra del pensador francés.
Como sea, dicha por él o no, es una expresión que en palabras simples y sencillas define muy bien la libertad de expresión, misma que es esencial en una sociedad libre, además de democrática. La libertad de expresión en México no ha sido cosa sencilla, no solamente por la gran cantidad de periodistas que viven bajo la presión de no divulgar cierta información o sólo la que les permiten sus editores o jefes en medios, por comprometer ciertos intereses tanto políticos, como económicos, hasta de relaciones públicas; siendo no menos importante, ni qué decir, los cientos de comunicadores que han sido asesinados por ejercer este importante derecho.
Actualmente pareciera que la polarización de ideas o posturas, al margen de que no sólo los medios de comunicación ejercen este derecho, sino los ciudadanos al expresar su opinión en público, grupo, en sus redes sociales, son susceptibles del vapuleo de los que sí están conformes o votaron por la administración que encabeza nuestro actual Presidente.
Bajo las consignas: “el PRI robaba más”, “cuando te quejaste con los anteriores”, muchas personas son tundidas en la caja de comentarios o hilo de diversas plataformas ya sea Facebook o Twitter, principalmente; a esto no hay que negar las legiones de bots que son contratadas a través de empresas particulares.
Ni hablar de las distintas ocasiones, a lo largo del inicio del sexenio, en que López Obrador ha sido increpado por ciudadanos inconformes y su actitud siempre es la de señalar que son enviados de sus adversarios políticos o la más reciente expresión: “no merezco esta clase de trato”; a lo anterior surgen dos cuestionamientos: ¿ya le quedó claro que la campaña terminó hace más de un año?, el segundo ¿cuándo va a parar de señalar o desdeñar a medios, nacionales e internacionales, periodistas, sociedad civil o ciudadanos que no están de acuerdo con él?
Esto es parte de la libertad de expresión en una sociedad democrática, no menospreciar ni marginar a quiénes no están de acuerdo contigo, ¿o simplemente fue una casualidad la salida del director del Coneval por expresar en una columna su desacuerdo con la política de austeridad?