Medios de comunicación: ¿contrapeso o amenaza al poder?

Medios de comunicación: ¿contrapeso o amenaza al poder?

agosto 30, 2019 Desactivado Por La Opinión de

El concepto de cuarto poder se ha atribuido principalmente a los medios de comunicación o la prensa, para denominar el alcance y poderío que éstos tienen en cualquier Estado democrático o no.

La simple capacidad de la prensa de tener un control mediático de la agenda política, les ha dado una capacidad de dominación política hacia la sociedad, en la que éstos definen cuáles serán los asuntos a discutir o los temas a dialogar.

Su alcance tradicional va desde los periódicos, televisión y radio, aunque no descartemos también a las redes sociales; además de ser un juego de revanchismos, tan sólo cabe recordar cuántos comunicadores, líderes de opinión o periodistas han sido cesados de sus empresas, con un trasfondo de ser incómodos para el poder en turno, al menos en tiempo reciente.

Lamentablemente la verdadera esencia del periodismo, de la libertad de expresión como complementos de una sociedad libre y democrática, se han perdido; vemos que es más rentable para un medio firmar convenios, contratos y acuerdos que enriquezcan sus bolsillos, dejando la integridad periodística de lado, dándose un juego en que tanto los medios buscan al poder o viceversa. Siendo impresionante la cantidad de dinero que el gobierno les oferta, los medios piden, según sea el caso y el contexto que va desde un ámbito local hasta nacional.

Por ello, las tentaciones de regularlos o censurarlos ha resultado una navaja de doble filo, tan sólo en días recientes diputados del Partido del Trabajo (PT) han iniciado una propuesta en este sentido, argumentando que se debe evitar que éstos se conviertan en instrumentos de la derecha en las próximas elecciones.

Lo anterior es un argumento totalmente fascista, además de risible, si bien es un peligroso juego de poder la relación prensa-Estado, pareciera una medida de esta fuerza política afín al gobierno de la Cuarta Transformación de contener o controlar a la oposición, lo cual es antidemocrático en primer lugar; atenta con otro derecho fundamental que es la libertad de expresión, base para el ejercicio periodístico.

Cierro con la sentencia el magistrado Hugo Black, de la Suprema Corte estadounidense, en 1971, tras el fallo a favor del New York Times y Washington Post, por la publicación de documentos clasificados del Pentágono, sobre la guerra de Vietnam, “los padres fundadores han dado a la prensa libre la protección que se debe tener para desempeñar su función esencial en la democracia, la prensa debe servir a los gobernados, no a los gobernantes”.

Gildardo Ledesma

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