La reivindicación del crimen
septiembre 24, 2019La administración lopizta está empeñada en la reivindicación de delincuentes y criminales, como actores destacados, personajes valientes, figuras históricas o héroes olvidados; están reescribiendo la historia.
Pedro Salmerón, hoy exdirector del Instituto de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INHERM), escribió en una publicación oficial del Instituto que los miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre, secuestradores y asesinos del empresario regiomontano Eugenio Garza Sada, su chofer Bernardo Chapa Pérez y su guardaespaldas Modesto Torres Briones, el 17 de septiembre de 1973, eran “jóvenes valientes”; lo que provocó una avalancha de críticas que forzó su salida del INHERM.
Martha Alicia Camacho Loaiza, exguerrillera de la Liga Comunista 23 de Septiembre, secundó las declaraciones de Salmerón: “no únicamente por el término de jóvenes valientes, sino que vamos más allá, jóvenes inteligentes, jóvenes cargados de valores, jóvenes conscientes de desigualdad y de un sistema de corrupción que vivimos en México”.
Este lunes 23 de septiembre, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, “en nombre del Estado mexicano” ofreció una disculpa pública a Camacho Loaiza y a su esposo fallecido Juan Manuel Alapizco Lizárraga, ambos miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre.
El fin de semana la Secretaría de Cultura del gobierno lopizta entregó el Premio Nacional Carlos Montemayor a exguerrilleros sobrevivientes del asalto al cuartel militar de Madera. El 23 de septiembre de 1965, un grupo guerrillero intentó sorprender a los soldados y apoderarse de la guarnición militar de Ciudad Madera, en Chihuahua, seis militares resultaron muertos. Era el surgimiento de la primera guerrilla socialista del México posrevolucionario.
Paralelamente, algunos de los bufones de la actual administración, “argumentan” acerca de la delincuencia y la inseguridad en el país, justificando a los criminales, con la ridícula explicación de “entender que son víctimas de un sistema que está ejerciendo violencia económica sobre ellos”.
Asimismo, el Presidente López Obrador ha dicho que los narcotraficantes son pueblo y que el Ejército no se utilizará para reprimirlo. Y ante la sentencia de cadena perpetua a Joaquín El Chapo Guzmán, declaró: “una condena para estar en la cárcel de por vida, en una cárcel hostil, dura, inhumana, pues sí conmueve”.
Mientras el lopizmo está empeñado en la romantización, apología y justificación del crimen, México se sumerge de manera irremediable en la inseguridad y en la delincuencia. Si el gobierno no hace algo por resolverlo, la ley del más fuerte será la que impere.
LA CUADRATURA
La CNTE exige letras de oro en la Cámara de Diputados, ¿los sometidos diputados morenistas les concederán el capricho?