La cruda realidad de la educación en México

La cruda realidad de la educación en México

octubre 4, 2019 Desactivado Por La Opinión de

El Presidente López Obrador desde su campaña prometió eliminar los exámenes de admisión en las universidades, una idea que si bien pudo atraerle simpatías supone un riesgo para la educación pública a nivel superior.

Incluso en su momento el rector de la UNAM, Enrique Graue, comentó la imposibilidad de dicha propuesta, la realidad es que el Ejecutivo sigue en firme respecto de su propuesta inicial.

La realidad es la siguiente: nuestro sistema educativo cada día está en declive tan sólo partiendo desde el nivel básico, ya que se debe decir puntualmente la gran mayoría de los que pertenecen a los sindicatos de maestros no lo son, en su mayoría e históricamente ha sido así, son grupos de choque político más que docentes frente a un aula. Sin embargo, el choque entre Peña Nieto y Elba Esther Gordillo, del sexenio pasado, logró de alguna manera conducir a que el lopezobradorismo se comprometiera con estas agrupaciones.

Tenemos hoy en día serios problemas que pueden analizarse desde un nivel pedagógico, los estudiantes son analfabetas funcionales, pueden leer pero en su mayoría no hay comprensión de ningún tipo; arrastran serios problemas o rezago en matemáticas, así como habilidades del razonamiento; el contexto es que son una serie de obstáculos en el aprendizaje que acarrean desde la primaria, secundaria, se evidencian en el bachillerato y tristemente llegan así en el mejor de los casos a las universidades públicas o privadas de nuestro país, de las últimas lucran como negocio al no incluir un examen de admisión en ciertos casos.

Dicho lo anterior, si no hay verdaderos maestros en las aulas del nivel primaria como secundaria, además de la preparatoria, la educación se encuentra en riesgo, si las políticas públicas en el sector educativo están encaminadas al contentillo del capital político, que fueron los maestros sindicalizados que prefirieron regresar a un esquema más suave al que existía con la evaluación, estamos verdaderamente destinados al fracaso.

Ahora, a los estudiantes, que es el punto nodal de cualquier política en el tema educativo, el quitar el candado de admisión vía evaluación de conocimientos, supone un riesgo potencial; entendamos que nuestras instituciones en primera con el tema de autonomía, funcionan además de los recursos federales y propios, con todo y eso a la universidad no le alcanza económicamente admitir a todos sus aspirantes, se pone en riesgo la calidad educativa; por último, el tener carta abierta para entrar sin evaluar al futuro estudiante no garantiza que en verdad tenga los conocimientos, habilidades y vocación, en otras palabras no hay un verdadero sustento en este asunto.

Gildardo Ledesma

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