Nuevas formas de comunicarse
octubre 10, 2019Las nuevas tecnologías están presentes en numerosas esferas de nuestra día a día y la política no es una excepción. Hoy en día, las diferentes redes sociales y recursos digitales son casi tan importantes para los partidos políticos como lo pueden ser sus principios ideológicos o programas electorales. Y es que, pese a ser usualmente bastante crítica con los que valoran el continente más que el contenido, resultaría bastante inocente negar la evidencia: no sólo es importante lo que se hace o se dice, sino también cómo se comunica. La forma de construir el mensaje, las palabras utilizadas o el canal empleado pueden marcar la diferencia.
Esto, que parece teoría de la comunicación básica, cada vez se vuelve más complejo en las sociedades actuales. La proliferación de medios de comunicación, redes sociales y fuentes de información han sobresaturado la esfera política, haciendo que ya no baste con estar en los canales digitales, sino que se requiera “saber estar”. Es por ello por lo que el ámbito de la comunicación política e institucional requiere urgentemente de profesionales que sean capaces de gestionar canales corporativos en Internet y social media con planes estratégicos bien definidos.
Transitamos un camino que nos lleva a buscar nuevas formas de comunicación. Ya no basta con tener un perfil de Twitter o de Facebook. Tampoco parece ser suficiente lanzar mensajes de manera unidireccional y, sobre todo, resulta un error esperar que sea el ciudadano el que dedique su tiempo a informarse sobre lo que el político quiere decir. Más bien llega un tiempo en el que son los líderes los que deben tratar de llegar a la población, conocer sus canales y códigos de comunicación y, además, darles voz. En este sentido, las redes sociales son un instrumento muy poderoso ya que forman parte de la cotidianeidad de una gran parte de la población y permite integrarles en la toma de decisiones mediante las posibilidades que las nuevas tecnologías ofrecen para la interacción.
Controladas y gestionadas las redes sociales tradicionales, hay que dar un paso más y tratar de llegar a nuevos canales que conecten con la ciudadanía. Y, dentro de estos, destaca WhatsApp. Ante la popularización de las aplicaciones de mensajería instantánea, esta herramienta tiene todos los visos de convertirse en el nuevo medio de comunicación de líderes y partidos políticos. ¿Cuál es la diferencia entre un post de Facebook y un mensaje de WhatsApp?: la comunicación interpersonal. El canal de mensajería no sólo constituye un espacio más reservado, sino que también implica una mayor confianza y capacidad de control sobre el envío.
Al darse de alta en un canal de WhatsApp de un partido o candidato, el ciudadano desactiva parte de los filtros y sesgos asociados al procesamiento de la información proveniente de medios o redes sociales. En principio, se presupone cierto grado de confianza hacia el emisor de la información, ya que la herramienta de comunicación implica un alto grado de personalización. Así, no es lo mismo interaccionar en un ámbito tan abierto como Facebook o Twitter, que a través de un servicio de mensajería asociado a un teléfono personal.
No obstante, y volviendo a uno de los puntos iniciales de este artículo, es necesaria la sabia utilización de esta herramienta para extraer todo su potencial. La naturaleza de WhatsApp no responde a una comunicación unidireccional, en la que el usuario simplemente se limite a recibir mensajes por parte de un partido o candidato dentro de una lista de distribución. La herramienta ofrece un amplio abanico de posibilidades que los políticos deben saber capitalizar, tanto desde el punto de vista técnico como estratégico. Interacción, integración y agregación de preferencias son sólo algunos de ellos.
En cualquier caso, la búsqueda de estas potencialidades no debe hacer olvidar los principios que deben regir tanto la gestión de gobierno como el control de oposición. No olvidemos el contenido atendiendo sólo al continente. Pero, ya que comunicar es importante, y debe formar parte de cualquier estrategia y acción política, al menos hagámoslo mejor.
