Joker: un llamado a la reflexión social y política
octubre 11, 2019En esta edición vale la pena, dado el estreno reciente de Joker de Todd Phillips, protagonizado por Joaquin Phoenix, reflexionar sobre ciertos aspectos sociales cómo políticos abordados en el ya polémico y exitoso filme basado en un connotado villano de Batman.
Nos sumerge en una ciudad Gótica de inicios de la década de 1980, dónde tenemos clara la brecha entre ricos y pobres; la misma desigualdad social es evidente, un Thomas Wayne, padre de Bruce (Batman), decidido a iniciar una campaña electoral para alcalde; en medio de esto tenemos a Arthur Fleck un individuo con una serie de trastornos mentales y que aspira a ser comediante como una especie de catarsis de su traumático pasado. Estos personajes representan la clase privilegiada y trabajadora respectivamente, que en términos marxistas son antagónicas.
Dicha película no tiene escrúpulos en mostrar a una sociedad cruda, fría e indiferente a una realidad social, a una bomba de tiempo que está a punto de detonar y cuyas consecuencias serán devastadoras, dejando una marca o herida profunda en el tejido social. Lo anterior sólo fue un detonante para que el hombre que se convertirá en el Guasón dé rienda suelta a su rabia, dando sentido a la frase de “soltar a un individuo con trastornos mentales, a una sociedad que lo trata como basura”; pero que por otra parte sus acciones violentas, producto de la dinámica social en la que se ve envuelto, derivan en un movimiento político, de payasos marchando por las calles, de manera muy similar a los indignados de Wall Street que se sienten traicionados o decepcionados por mismo sistema.
Si bien se tienen unas consecuencias funestas, los temas sociales no distan mucho de la realidad que se vive en algunos países; Estados Unidos, por mencionar uno, vive desde hace tiempo una serie de episodios violentos, algunos producidos por el hartazgo de la sociedad ante un sistema democrático que ha tenido sus fallas y que ahora está inmerso en una kakistocracia (gobierno de los peores); o nuestro país en el que la situación socioeconómica para muchos no es positiva, generando diversas problemáticas asociadas a la inseguridad, una población resentida con los “privilegiados” y que en cualquier momento explota.
Guasón es una invitación a la reflexión de ciertos temas sociales como políticos, tenemos que el Estado, dentro de esta ficción, paga las consecuencias de limitar su acción pública, que de manera metafórica le termina explotando la dinamita en la cara.