¿El PRI como partido satélite?
noviembre 19, 2019En junio pasado, Leo Zuckermann predecía en su columna de Excelsior que el PRI “Se volverá una especie de franquicia política para hacer negocios desde el poder orbitando, siempre, alrededor de la fuerza gobernante. Se convertirá en una especie de Partido Verde… Un animal chiquitito, una rémora adherida al partido gobernante, vivita y coleando porque, gracias a su gen darwinista, evitará su total extinción”. Zuckermann reconoce la capacidad de adaptación del tricolor, pero augura que no podrá recobrar la confianza del electorado después de que el llamado “nuevo PRI” no solo decepcionó como gobierno, sino que mostró la peor cara de la corrupción.
Los pasados viernes y sábado se llevó a cabo en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI el Concurso Nacional de Debate del Instituto Reyes Heroles. Jóvenes de la Escuela de Cuadros del tricolor de todo el país se dieron cita para debatir en buena lid temas trascendentes para el país y para el partido. Justo uno de estos temas fue el de la reforma o refundación del tricolor. Fue sumamente enriquecedor ver los puntos de vista de quienes apoyaban la reforma, otros la refundación e incluso de quienes favorecían el status quo. Y fue enriquecedor porque los argumentos vinieron de la militancia, de los jóvenes, de las nuevas voces del partido.
De las cosas que quedaron claras es que el PRI es un partido que quiere gobernar. No es un partido que quiera ser satélite. Los priistas quieren gobernar el país. Y creo que ahí está la razón de porqué Zuckermann se equivoca en su predicción. Otros partidos nacieron para ser parásitos, para vivir vendiendo su poco porcentaje de votación al mejor postor, para que sus líderes ocupen espacios en los congresos o dentro de algún gobierno de coalición, pero no buscan gobernar. No quieren esa responsabilidad. El PRI sí la quiere.
Durante la clausura del concurso, la senadora Beatriz Paredes dijo que no estaba segura de si el PRI habrá de reformarse o de refundarse, pero que sin duda habrá de reconstruirse. El PRI no solo ha sabido reconstruirse o adaptarse, ha sabido negociar. Desde que teníamos un régimen de partido único, pasando por la alternancia en el 2000, y por el Pacto por México en el 2012, hasta ahora en el Congreso, el PRI ha sabido y sabe negociar, como gobierno y como oposición.
Como cualquier partido político, habrá momentos de expansión y consolidación, y habrá momentos donde será necesario recogerse, meditar y reconstruirse para volver a ser una opción de gobierno. Hoy, el PRI está en ese lapso de meditación desde el cual habrán de surgir nuevas voces, nuevos liderazgos y nuevas formas de hacer política. Los retos son muchos, pero lo que está claro es que sobre todo la nueva militancia del partido, los jóvenes, quieren que el PRI vuelva a gobernar este país. Y, sobre todo, lo que vi, es un profundo rechazo por las prácticas de corrupción que tanto daño le hicieron tanto al partido como el país. Enhorabuena por el partido.
