El futuro que casi nos alcanza: los retos para la democracia
diciembre 30, 2019Este 2019 que está por terminar fue, en términos de política nacional e internacional, un año particularmente convulso por diversos fenómenos sociales, económicos y políticos que pusieron a prueba el debate sobre el futuro de las democracias a nivel mundial.
Mientras Latinoamérica tuvo una serie de situaciones de inestabilidad tanto política como social, México experimenta sus aciertos pero también tropiezos con un gobierno que ideológicamente se autodenomina de izquierda; sin embargo, en la práctica, busca emular aquellos proyectos sexenales de los años setenta tan característicos en cuanto a populismo se refiere.
Tan sólo hemos experimentado ese anhelo del gobierno de la Cuarta Transformación de mostrar su simpatía por regímenes de tipo casi Castrista, pues denota la herencia generacional e ideológica de sus militantes, aparentemente admiradores del Cardenismo, pero eso sí con una serie de contradicciones tanto en la forma como en el fondo del discurso.
Por otra parte, leamos a Estados Unidos, que vive uno de sus momentos más experimentales en su democracia, pues un presidente de derecha, ansioso de lograr su reelección, de cara a un juicio político, esto independientemente de si es mediático o no, pues un mandatario norteamericano no estaba cerca de ese proceso al menos desde Richard M. Nixon. Aunque en la parte social se siente un ambiente de confrontación, división social, racismo y violencia, que si bien han sido una constante de la sociedad estadounidense, situación que ha sido incluso representada en el cine o la televisión en programas como South Park, Watchmen, la película Vice e incluso el filme de terror Get Out.
Ya lo hemos hablado, en ediciones anteriores, respecto al tema de la corrección política o la agenda progresista, que lejos de unificar ideologías, termina por polarizar, dividir, pues se exige tolerancia que no es lo mismo que respeto a la pluralidad de ideas, expresiones, etcétera.
Sin duda el 2019 ha estado lleno de situaciones convulsas en lo social, económico y, sin duda, en lo que respecta a la política misma, pues a final de cuentas el Estado es, seguirá siendo, un elemento socio-político que da un orden no solamente jurídico a cualquier sociedad al ir más allá del pacto social, a no ser que de aquí al 2030 encontremos la forma de gobernar sin necesidad de seres humanos, tal vez inteligencia artificial a la HAL 9000 de 2001: Odisea en el Espacio.