Insabi: entre polarización política e inacción gubernamental

Insabi: entre polarización política e inacción gubernamental

enero 17, 2020 Desactivado Por La Opinión de

Toda política pública, entendida como una acción de gobierno, tiene sus diversas fases como grados de complejidad, pues conlleva toda una metodología que los encargados de la gestión gubernamental deberían conocer o intentar aplicar con base en el sentido común, la realidad o complejidad del problema, etc.

Sin embargo, México, en cuanto a las políticas públicas, no ha podido romper ese dogma de politizar o dar carga partidaria a todo programa o acción del gobierno; por ello cada día es más complejo, independientemente de quién encabece una administración pública federal, poder dar cauce o solución a las problemáticas suscitadas en diversas esferas.

Una de ellas es el tema de la salud pública, pues es todo un reto que si bien sus antecedentes datan de la creación de sus instituciones como lo son el IMSS, el ISSSTE, o bien el antes Seguro Popular, ahora denominado Insabi (Instituto de Salud para el Bienestar).

Sobre el ya mencionado Insabi, sobra decir que ha sido implementado por la administración federal actual a partir del 1° de enero del presente año, desapareciendo el programa anterior, si bien desde campaña o iniciando este sexenio se insistió en su gratuidad, la realidad dista mucho del discurso o promesa planteada por el Presidente.

Desde casos en los que se cobran cuotas por hospitalización, la incertidumbre con respecto a su funcionamiento, si los beneficiarios del antes Seguro Popular podrán seguir siéndolo, la implementación de esta política de salud en la primera quincena del año ha demostrado su falta de planeación, estrategia, incluso un diagnóstico real, certero de que funcionaba o tal vez no lo hacía.

Tal parece que los representantes de esta Cuarta Transformación no han dimensionado el grave problema de la salud pública, que va desde el personal médico, administrativo, los recursos presupuestales asignados, la infraestructura, y que, lamentablemente, se ha caído en una repartición de culpas entre los delegados federales junto con los gobernadores, ya que estos últimos en algunos estados han rechazado la ejecución del programa gubernamental federal de salud.

No se niega que es un grave problema esta situación, pues es una tarea compleja, pero más reprochable es que se viva un escenario de polarización, falta de claridad o bien estrategias de política pública. Ya que ninguna fuerza política que llegue a ser gobierno debe ser la panacea, al contrario, no están exentos de cometer una serie de errores, los cuáles a veces son capitalizados políticamente en falsas promesas de campaña.

Gildardo Ledesma

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