Son tiempos oscuros y de incertidumbre…
marzo 20, 2020La pandemia mundial por el COVID-19 nos sorprendió a todos como humanidad, se han extremado medidas por parte de muchos líderes mundiales, desde cierre de fronteras, cuarentena, aislamiento, cancelación de eventos sociales, culturales, entretenimiento, deportivos, entre otros.
Una situación como esta tendrá una seria repercusión económica, social, cultural y desde luego política, tan sólo datos de S&P Global apuntan a una casi probable recesión económica, lo cual replanteará para muchos países su modelo económico, esto en el mejor de los casos; lo anterior inserto en una guerra comercial entre China-Estados Unidos que ya lleva tiempo.
Por otra parte, se ha generado una ansiedad e histeria colectiva, que desde hace tiempo no se sentía a nivel mundial, todo derivado de la incertidumbre con la que se vive el coronavirus; la vibra se siente casi apocalíptica y es entendible, pues si vemos como han caído en medidas extremas en países de Europa y Estados Unidos, que son de centro, qué puede esperarse en países de periferia o tercer mundo en los que las instituciones, leyes y economía son débiles o vulnerables, por no hablar tan sólo del sistema de salud pública.
No tenemos la certidumbre de si podremos o no continuar con nuestras vidas; en México el gobierno se ha limitado a suspender actividades no esenciales, las clases en todos los niveles educativos de igual modo se suspendieron; sin embargo, lo más lamentable, y sin afán de politizar el asunto, es que pareciera que el gobierno mexicano en general permanece pasivo ante esta emergencia mundial.
Un secretario de salud ausente, toda la responsabilidad se le ha delegado a Hugo López-Gatell, subsecretario de la dependencia, mientras que el Presidente hasta ahora ha decidido suspender sus giras, salvo las conmemoraciones del 21 de marzo por el natalicio de Benito Juárez.
Preocupante sí es la inacción, pero también la insuficiencia presupuestal que tendrá el gobierno si esta situación se agrava más; y entonces ante los primeros muertos que podrían surgir por esta enfermedad se le achacarán al Presidente, no sólo por la oportunista oposición, sino por la misma sociedad mexicana que tiene miedo, que ha hecho compras de pánico; se ha sumado además a toda la desinformación tremenda, generada en las redes sociales, que muchos no lo toman con la seriedad debida haciendo memes o escarnio del asunto, aunque esto último es parte de la idiosincrasia del mexicano, de reírnos de nuestra propia desgracia.
En resumen, tenemos miedo… pero también debemos unirnos como sociedad…
Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24
