El enemigo impredecible

El enemigo impredecible

abril 16, 2020 Desactivado Por La Opinión de

En las sociedades de muchos países, incluidos nosotros, todo parecía normal, y de repente un virus desconocido, surgido en el viejo país oriental, avanza rápidamente a causa de los fenómenos de la globalización, hoy en día pone en duda los principales sistemas políticos y económicos del mundo.

Los principales líderes mundiales tienen diversas posturas, hubo quienes lo hicieron de menos; otros que lo tomaron con un poco más de seriedad. Los pueblos y la historia los juzgara, pues esta contingencia sigue demostrando que ningún país, aun sean estos de primer mundo, no se encuentran preparados para una pandemia.

Así también comienzan a surgir múltiples teorías sobre el fin y el destino detrás del COVID-19, y es que muchos teóricos de la conspiración creen que cuando las guerras frías habrían llegado a su fin y la toma de armas para el expansionismo, hoy en día son éticamente inconvenientes y rechazadas por la comunidad internacional. No sabemos quién es el enemigo detrás de esto, claro, si lo hubiera, incluso el mismo virus es impredecible. Lo único medianamente predecible es que podríamos estar justamente en medio de una nueva lucha por el liderazgo mundial, entre las principales potencias mundiales, esta vez de manera silenciosa.

La realidad es que el problema, además del virus por sí mismo, también involucra a otros temas además de lo sanitario, como lo netamente económico; el retroceso y los efectos que esto traerá. En lo que respecta al tema sanitario, nosotros no somos epidemiólogos para determinar su potencialidad, pero sí estudiosos del comportamiento social.

La reciprocidad internacional versus aislamientos nacionales, con sus ventajas y desventajas que ambas posturas conllevan, son las decisiones que toman los principales gobiernos, en lo que el gobierno mexicano aún no es claro y con la división política fomentada entre la sociedad, será controversial.

Aun con todos los pesares podemos describir a nuestra sociedad mexicana, como valiente ante la adversidad; una sociedad que ha aprendido históricamente a ser solidaria. Y es que desde los sismos de 2017, nos hemos alejado como sociedad en términos de ayuda recíproca; pues 2018, lejos de marcar unidad nacional, hizo llegar el amplio descontento social con el gobierno priista del momento y frente a las elecciones, la sociedad se dividió.

La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia marcó profundamente el distanciamiento ideológico y político de los mexicanos, incluso desde el núcleo familiar. En estos días, el virus extranjero nos obliga a todos a quedarnos en casa, mantenerse en casa durante marzo, abril y probablemente otro mes más.

Al final del túnel esto será una profunda lección del tipo familiar, social, política y económica, que muy pocos olvidarán. Es momento de reencontrarse con uno mismo y con nuestras familias, es momento para replantearnos como una mejor sociedad, para exigir y construir un mejor sistema de salud pública, y de seguro social.

Sin duda, el mundo cambia, está cambiando y cambiará; debemos estar listos, adaptar nuestras vidas, pues el enemigo puede ser impredecible o parcialmente predecible, pero incontrolable por nuestras acciones.

Alejandro Villafuerte

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