Camino, verdad y vida
mayo 10, 2020Queridos hermanos, espero que se encuentren bien.
El evangelio de hoy domingo, es un evangelio que nos debe llenar de esperanza y de alegría en lo profundo de nuestros corazones; pues en este tiempo que estamos viviendo, un tiempo que estamos confinados en nuestros hogares, pero a la vez es una oportunidad clara para celebrar la pascua del Señor con nuestros seres queridos.
Recordemos las primeras comunidades cristianas, eran perseguidas, señaladas, entre otras cosas que ellos soportaron; pero hay algo que debemos resaltar y aprender de ellos, y es que en esos momentos difíciles ellos se afianzaron cada día más al Señor que les mostraba el sentido de la vida; pues él siendo nuestra luz, también es el camino, es la verdad y es la vida, como lo escucharemos hoy en su Palabra. La pregunta que quiero que reflexionemos hoy es ¿quieres conocer a ese Dios de Amor? La respuesta está en Jesús, pues él siendo camino nos da el medio por dónde o cómo debemos ir. Es la verdad, porque nos revela al Padre, a ese Dios que nos creó y que nos llama a una vida trascendental. Y es vida porque en Él, que tomó la condición humana nos da el sentido de la vida que es el “servicio”.
Los invito a no dudar nunca del Amor de Dios en nuestras vidas, a no cegarnos a pesar de las dificultades y los momentos difíciles que pasemos; que el ejemplo de las primeras comunidades cristianas nos ayude a encontrar, como ellos lo hicieron, la luz en medio de las tinieblas. El evangelio de hoy (Juan 14, 1-12) es un gran llamado a nosotros a no dudar de nuestra fe y a poder ver el poder de Dios en nuestras vidas. El Señor le responde a uno de sus Apóstoles, Felipe: tanto tiempo conmigo y ¿aún no me conoces? Hermanos, son tantas las bendiciones que recibimos de Dios y a pesar de eso hemos podido haber desorientado nuestra vida.
Quiero terminar con una frase al final del Evangelio de hoy “el que cree en mí, también hará las cosas que yo hago”; los invito simplemente a abandonarnos en los brazos de Dios, como un bebé confía en el amor y protección de sus padres. Que Dios los bendiga y recuerden que este momento es una oportunidad para reencontrarnos con nosotros mismos.
Diac. Wilmer Fabian Martínez Villamizar
Fotografía: Thomas B. / pixabay.com