Una nueva oportunidad para nuestra democracia

Una nueva oportunidad para nuestra democracia

junio 9, 2020 Desactivado Por La Opinión de

La ciencia política, en general, coincide en los riesgos que representa ver cada jornada electoral como unas elecciones definitorias más allá del mandato que ponen en disputa, es decir, observarlas como un punto de partida respecto a un periodo más largo. Ello no solamente es un riesgo, sino que también es un síntoma claro del desgaste del sistema político donde tienen lugar.

Lamentablemente, en México ya nos acostumbramos a ver así las elecciones, como el punto definitorio sin retorno. Así fue en el 2000, lo cual es comprensible, pero también así fue en el 2012 cuando se hablaba de que el regreso del PRI podía significar el regreso al sistema hegemónico, o su derrota, la consolidación de la democracia. Así fue en el 2018 con la incertidumbre sobre si se iba a permitir llegar al gobierno a una opción antisistema o si bien, los partidos tradicionales harían hasta lo imposible para evitarlo.

Pues ahora, estamos a menos de un año de volvernos a enfrentar a unas elecciones que parecen definitorias de nuestro destino no solamente político sino social. El 2021 parece ser el año en el cual definiremos, los ciudadanos, si permitiremos la consolidación de un régimen autoritario con todas las mayorías de su lado y sin ningún tipo de contrapeso, o bien, si le diremos al presidente por la vía institucional y más convencional –el voto–que México no es solamente de él.

No se trata de estar con él o contra de él; pero hay que ser consciente de la importancia de la pluralidad en un régimen democrático; sobre todo en un país con aproximadamente 130 millones de habitantes, donde está de sobra decir que no se vive igual en Nuevo León que en Chiapas.

Si bien es cierto, que ver cada periodo electoral como un ente mayor al periodo en disputa es evidencia de una democracia débil, no podemos negar, tampoco, que es la oportunidad de demostrarle al presidente lo ya dicho.

Una buena noticia, dentro de puras malas, fue haber visto la semana pasada a 8 gobernadores del país siendo y haciendo oposición al presidente; 8 gobernadores de 3 partidos políticos distintos y dos independientes (recordar que Alfaro, legalmente ha renunciado a Movimiento Ciudadano) diciéndole al gobierno federal que no permitirán el uso lucrativo y político en cuestiones de seguridad nacional.

En junio del 2021 se disputarán más cargos que en cualquier otra cita que hayamos tenido los mexicanos con las urnas, a lo cual le debemos sumar la consideración de no ser una cita para elegir jefe del Ejecutivo nacional.

Se disputarán así 21,368 cargos a lo largo de las 32 entidades del país, de las cuales 15 son gubernaturas, es decir, prácticamente la mitad de las gubernaturas del país estarán en juego el próximo año. Respecto a las gubernaturas en juego, en un sentido estricto, Morena no tiene mucho que perder, pues hoy solamente ostenta la de Baja California, mientras el PRI posee 8; el PAN, 4; el PRD, 1; y otra de gobernador independiente.

Sin embargo, si bien en un sentido estricto y cuantitativo Morena es el que menos tiene que perder, será el fracaso de ellos el que más impacto tendría, pues evidenciaría un disgusto de gran parte de la población; mientras que partidos como el PRI y el PRD tienen enfrente la mejor oportunidad para hacer ver que no están del todo muertos y, que, como en otras veces, los han sepultado antes de tiempo.

Aunado a las 15 gubernaturas, también estará la elección de 30 de los 32 congresos locales, mismos, que no deben verse, por parte de ningún partido, como un bien menor, pues ellos son clave a la hora de la aprobación de las reformas constitucionales. Asimismo, como cada 3 años se renovará la Cámara de Diputados Federal, la cual no solamente cuenta en la formalidad con más del 50% de los curules para Morena, sino donde también las fuerzas del presidente están sobrerrepresentadas (como nunca desde 1997) como consecuencia de las triquiñuelas de Morena y sus socios. Tendrán los partidos de oposición –que también le saben a ello– que hacer lo mismo, de manera desvergonzada, como lo hace el presidente, o bien ponerle un freno desde antes.

En fin, sin necesidad de politizar lo más humano y lo más sensible como lo es la seguridad y la crisis sanitaria que hoy enfrentamos, los partidos de oposición tienen la llave, para decirle al presidente que no estamos ni en tiempos del porfiriato ni del partido hegemónico, y que México necesita avanzar y no dar pasos hacia atrás como se ha venido haciendo desde hace 2 años.

La oportunidad será por la vía electoral, por la vía del sufragio, por la vía de la soberanía ciudadana, la única parte de la democracia, que los partidos iliberales, reconocen. Será la oportunidad de muchos de decirle al presidente que así no y será a partir, reitero, de lo único que el reconoce (en realidad no siempre), los sufragios de la mayoría. Lo tendrá que reconocer a partir de la democracia electoral, ya que no lo sabe reconocer a partir de los principios de la democracia liberal.

Isidro O’Shea
Twitter: @isidroshea


Imagen:  Tumisu / pixabay.com

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