El presidente se rindió
junio 19, 2020Desde el 28 de febrero, la fecha en que se detectó el primer caso de COVID-19 en México, el presidente López Obrador inició una gran batalla. A más de 4 meses de la llegada de la enfermedad a México, los resultados son conocidos por todos; las estrategias no funcionaron, no hubo un orden entre el Gobierno federal y los gobiernos estatales, la economía entró en coma (como lo refirió el exgobernador de Banxico) y la curva de la pandemia no se ve que baje.
(Sin mencionar, las pérdidas de miles de vidas de mexicanos, que rebasaron las medias y las máximas)
El subsecretario López-Gatell, quien hace unos meses se rumoraba podría ser candidato presidencial, próximo secretario de Salud, era reflector de todos los medios y hasta apareció en revistas sociales, simplemente se desinfló.
Y esto se debe a dos cosas, nos asombró la elocuencia con la que se expresaba y, al parecer, fue quien recibió el mayor voto de confianza del presidente, sin ser un secretario de Estado; y ahora nadie le cree.
Pero en medio de la batalla contra el COVID-19 todos observamos lo siguiente: la forma en que el Gobierno federal reaccionó, los nulos resultados de los secretarios de Hacienda, Economía, Trabajo y Salud, las pérdidas de vidas y empleos, los casos de corrupción, la inseguridad en México y la extrema polarización social, fueron claves para que el presidente tomara una decisión; y
La forma en que los gobiernos estatales han afrontado la pandemia y los resultados más favorables que las del Gobierno federal; obligaron al presidente a tomar una decisión.
El presidente decidió rendirse… Lo decidió desde el momento en que se retiró de la batalla y subió a los gobiernos estatales y decidió salir a campaña.
La realidad alcanzó al socialismo, al parecer, aquellos grandes opositores y gestores del bien común, y que hoy gobiernan en EEUU, México, Brasil, Venezuela y Chile, perdieron la batalla contra un oponente que no esperaron, y éste se llama COVID-19.
Si en el mundo no hubiera aparecido esta enfermedad, que daña a los humanos, y, al parecer, puede exterminar el socialismo mal llevado, quizá, en México, el presidente tendría un escenario más cómodo para su gestión.
Lo que no pudo hacer la oposición y que tampoco han podido capitalizar los gobernadores del bloque y que nadie ha podido convencer; lo está haciendo el COVID-19.
Si hoy existe una posibilidad de que el Partido Morena y, por cierto, en conflicto interno, y el presidente no puedan ser la opción electoral que fueron en 2018, es gracias al COVID-19, la corrupción, la economía y la inseguridad.
En esta batalla, el presidente y su Cuarta Transformación también tuvieron una gran oportunidad y la desaprovecharon; y esto pasó porque de ser un movimiento que acumuló todas las esperanzas, sólo quedó en más de lo mismo.
El servicio público no debe ser para el más popular, debe ser para el más capaz; quizá ahí está el error.
Mario A. Zapata
Twitter: @MarioAZapataB
Fotografía: Miltón Martínez / commons.wikimedia.org