No es lo mismo ser borracho que cantinero

No es lo mismo ser borracho que cantinero

junio 23, 2020 Desactivado Por La Opinión de

A punto está por cumplir Andrés Manuel López Obrador 18 meses de gobierno fallido. Desde el día en que se puso la banda presidencial no deja de sorprendernos con sus inestables crisis “huachicoleras”, aviones con billetes de lotería que siguen en venta, aeropuertos cancelados, consultas que a nadie se les consulta; en fin, llevamos cantidad inimaginable de memes, contradicciones y controversias políticas. ¡Un desaseo total!

Manuel Espino es un político de otra época, pero en funciones activas dentro de nuestro país. El funcionario fue presidente del PAN cuando Calderón se convirtió en presidente de México y aunque AMLO se lo discriminó en redes sociales, tres años después los políticos se “lavaron las manitas” y Espino se unió al súper-equipo estrella de la “4T”. ¿COINCIDENCIA?

Los mexicanos no merecemos un país polarizado, donde tienes que definir si estás con la “4T” o en su contra, como si se tratara de elegir si te pones la playera del América o la de las Chivas, o decretar si todas las quesadillas llevan queso o no.

Nos merecemos más que eso, porque cuando más de 30 millones de mexicanos votaron libremente por Morena no se les dijo que poco a poco tendrían un país cada día más dividido, en donde valdría más la palabra del líder supremo, que el beneficio y el crecimiento de todos. Los errores son muchos, de todo tipo, cada persona puede escoger el de su agrado, porque de que hay variedad, la hay.

Para mí, lo que más me genera desilusión es la carrera política de nuestro PEUM, iniciando en las filas del PRI (muy rebelde para esas épocas), el cuestionarlo todo le hizo sentir que era de malta distinta, que era diferente y debía hacer algo. Movido por la molestia, al no recibir la candidatura del rojo, a la gubernatura del estado de Tabasco, decidió irse a la izquierda mexicana en crecimiento, pasó lo que nadie había imaginado ¡tuvo éxito! Se convirtió en el Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, donde no bastaron los innumerables casos de corrupción y mágicamente se convirtió en el candidato de la izquierda a la Presidencia de la República en tres ocasiones.

La tercera fue la vencida, llegando al objetivo soñado con la mayor aceptación social de la historia, meta que le llevó dieciocho años activos de campaña. Sólo que olvidó un pequeño detalle: los ciudadanos siempre esperan que las promesas se cumplan y el verbo PROMETER sigue esperando resultados de un servidor público que por mucho que quiera culpar a gobiernos pasados “su 4T” aún no logra concretar resultados.

Así estaremos unos años más, en pleitos de barrio y viendo como el gobierno hace amigos de a mentiras y enemigos de a deveras, no desesperemos, en un año tendremos la posibilidad en nuestras manos, quitándoles la mayoría de la cámara baja, y así emparejaremos la balanza.

“No es lo mismo ser borracho que cantinero” o, mejor dicho; no es lo mismo criticar 18 años al gobierno que gobernar 18 meses.

Carlos Alberto López Imm
Twitter: @lopezimm1


Imagen: Engin Akyurt / pixabay.com 

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