Mexicanos al grito de guerra: polarizados y engañados
julio 3, 2020Ya lo hemos hablado constantemente en este espacio, pero es un hecho incontrovertible que la polarización política, que vivimos en México, es profunda a la vez de preocupante, los grupos cada vez están más en los extremos. No hay diálogo, sólo insultos permanentes, denostación y falsos dogmatismos, independientemente de si se es de izquierda o derecha.
Sin embargo, los políticos poco son conscientes de que la sociedad está en medio de estos grupos irreconciliables, de mexicanos contra mexicanos; aun así, éstos se encuentran a la expectativa, con grandes problemas sin resolver.
La mayor parte de las conceptualizaciones sobre el Estado coinciden en la idea del bien común como elemento o finalidad del mismo. Pero la realidad es que dicho bien hay que ponerlo por encima de los intereses de partido, lo cual por lo regular no pasa en México; pueden más los mezquinos intereses de la partidocracia, de grupo y personales, lo que hace imposible que haya verdadera cohesión social.
Quizá lo único que puede evitar la polarización es centrar la atención de todos los ciudadanos en el bien común del país, encontrar puntos de encuentro, bases comunes para un proyecto de país que lleve a trabajar por él por encima de las ideologías, y con sostenibilidad hacia el futuro.
Pero esto dependerá, en buena medida, no de que los políticos cambien su discurso polarizador y de odio, sino de nosotros como pueblo, que reconciliemos el diálogo civilizado, formando un criterio propio, aprendiendo a discernir que lo que leemos en redes sociales no es del todo cierto, tampoco una conspiración de grupos de poder.
O tal vez la polarización sea ya algo común del pueblo mexicano, parte de esa visión maniqueísta de la historia, en la que hemos construido tanto héroes como villanos, de liberales y conservadores; o hasta el mismo Hernán Cortés, que seguramente trajo consigo la corrupción, bajo esta visión limitada del pasado, que nos han impuesto y que se pretende seguir.
Es necesario renovar un despertar ciudadano, no se trata tampoco de que quienes criticamos a la Cuarta Transformación anhelemos a la “mafia del poder”, ni estamos ardidos por haber perdido privilegios; se trata de que comprendamos la esencia de la democracia, del pluralismo y del diálogo. Basta ya de estar imponiendo la verdad relativa como absoluta, de molestarnos con los amigos, familiares o cualquier persona en las redes sociales porque no piensa como tú, eso no nos retribuye económicamente y a los políticos sólo les da igual.
Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24
Imagen: Gerd Altmann / pixabay.com