La (des)esperanza de México
julio 21, 2020 Desactivado Por La Opinión deAllá en el claro, cerca del monte
bajo una higuera como un dosel,
hubo una choza donde habitaba
una familia que ya no es.
El padre, muerto; la madre, muerta;
los cuatro niños muertos también:
él, de fatiga; ella de angustia;
¡ellos de frío, de hambre y de sed!
Salvador Díaz Mirón
Morena es un sepulcro blanqueado; su exterior, recién pintado, engaña a los incautos, con ofertas de democracia, libertades y progreso; pero, en su interior, cuerpos putrefactos, corruptos, invadidos de tráfico de influencias, de negocios al amparo del poder y de enriquecimientos inexplicables, son el verdadero rostro de un partido político que llegó al poder gracias a 30 millones de votos; 30 millones de mexicanos, muchos de ellos esperanzados en construir un mejor México para ellos y para sus hijos. La decepción ha sido mayúscula.
Los candidatos de Morena y el séquito más cercano al presidente de la República, tránsfugas políticos, se presentaron, en las elecciones de 2018, y lo siguen haciendo actualmente, como políticos impolutos, inmaculados; autodefiniéndose como aves que cruzan el pantano, cuyos plumajes no se manchan; aunque, ciertamente, nunca hayan leído a Díaz Mirón.
Esos personajes impecables, bendecidos y absueltos por el que se asume no como líder, sino como mesías, son, entre muchos otros: Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad, acusado en 1988 de la caída del sistema, por la “izquierda” a la que ahora pertenece, dueño de más de 20 casas y de una fortuna inconmensurable; René Bejarano, operador político de López Obrador, el famoso “señor de las ligas”, “presidente” del movimiento nacional por la esperanza, una de las nuevas tribus de Morena y esposo de otra impresentable, Dolores Padierna, diputada federal; Napoleón Gómez Urrutia, senador plurinominal, acusado de desviar 55 millones de dólares (más de mil doscientos millones de pesos) de los mineros a sus cuentas personales; Martí Batres, senador por la Ciudad de México, recordado por la venta, en 1999, de la famosa “leche Betty”, contaminada con heces fecales, a los sectores más pobres del entonces Distrito Federal.
La lista de impresentables es interminable: Jesusa Rodríguez, Gerardo Fernández Noroña, Néstora Salgado, Félix Salgado Macedonio, Nayeli Salvatori, Irma Eréndira Sandoval, Hugo López-Gatell, Ana Gabriela Guevara, John Ackerman, Epigmenio Ibarra, Paco Ignacio Taibo II y los aprendices de bufón, que todos los días, principalmente en Twitter y algunos en los medios de comunicación, buscan ganar el favor del dueño de Morena, en espera de ser considerados para una candidatura en las elecciones de 2021.
Los bufones de la corte, la galopante inseguridad en el país, aunada al incremento de asesinatos, el decrecimiento de la economía nacional y las miles y miles de muertes por la COVID-19, son sólo una muestra de que Morena es la desesperanza de México.
LA CUADRATURA
Esta semana la Cámara de Diputados elegirá a cuatro consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), dos hombres y dos mujeres, pese al berrinche y la rabieta de John Ackerman, quien pretendía nombrar a una empleada de su esposa en uno de estos espacios.
Alberto Lugo Ledesma
Twitter: @lugoledesma
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