Corrupción, engaño y cinismo
agosto 28, 2020Uno de los problemas que más aqueja a México es la corrupción, muchos años, gobiernos y partidos políticos han pasado con un terrible historial con respecto a este tema. Mucho nos quejamos o indignamos de ello, pero vemos también con gran decepción como es que no hay voluntad de que esto acabe o se combata adecuadamente la corrupción.
El asunto es tan grave que ya trastoca incluso dilemas éticos, pues no viene sólo de una cuestión política sino mucho se ha coincidido en que es cultural. Y es que viene desde nuestro sistema educativo, de lo que se enseña en casa, es decir, toda una construcción de valores e ideología que no hace otra cosa que justificar, tal vez racionalizar, el mismo sistema corrupto en el que vivimos.
Otros más aseguran que las fallas vienen ante la falta de un Estado de Derecho y del cumplimiento de las leyes. Según el estudio “México: Anatomía de la Corrupción”, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la organización civil Mexicanos Contra la Corrupción y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), afirma que definir a la corrupción resulta un ejercicio complejo, medirla lo es aún más.
Si bien puede desarrollarse una serie de indicadores cuantitativos, quizá estos solamente nos darían un panorama general de los actos cometidos, sanciones, percepciones, incluso el costo económico de este último, pues los datos que se han obtenido en estudios de esta naturaleza no son nada alentadores.
Otro grave problema es el manejo del discurso político que va de la mano con las acciones de los gobiernos al respecto, tuvimos en nuestro país malos antecedentes en el pasado con la denominada mafia del poder; pero no nos engañemos, el problema sigue, aunque la cuarta transformación insiste en que no.
Y es que el caso Lozoya ha evidenciado profundamente esto, pero parece de total cinismo afirmar que si recibes dinero son aportaciones, en especial dada la falta de certeza de saber quién miente o no lo hace.
Lamentablemente parece un concurso infantil de ver quién es peor, en el que los ciudadanos salimos mal librados además de engañados. ¿De veras nos creen ingenuos?, ¿por qué la insistencia en que su proyecto de gobierno es diferente, cuando la realidad dice otra cosa?
Viene un proceso electoral intermedio y me parece será importante que nos armemos de un verdadero valor cívico como ciudadanos, para recordarle a la clase política que este país es más que sus pleitos absurdos.
Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24
Imagen: Ivana Divišová / pixabay.com