Narrativa histórica de ficción

septiembre 18, 2020 Desactivado Por La Opinión de

Estimado lector, la intención del siguiente artículo, a propósito de las fiestas patrias, no es que dejes de amar a tu país, por el contrario que sigas amándolo tanto como quién esto escribe; hay que ser patriotas, pero no dejarnos que nos sigan viendo la cara.

Nuestra historia como muchas veces se ha afirmado no es lo que nos contaron nuestros maestros en la escuela, incluso el gran Luis González de Alba lo menciona en su artículo, publicado en Nexos hace ya bastante tiempo, titulado Mentiras de mis maestros, el cuál recomiendo dar lectura ampliamente, que personalmente recuerdo haber revisado en mi formación universitaria gracias al Dr. Ramón Del Llano Ibáñez, quien en vida fue un gran investigador de cuestiones históricas.

Lo cierto es que siendo la historia la mayor arma de construcción ideológica de la humanidad y esto aplica a cualquier sociedad, no es exclusivo de México, por lo que la tarea fundamental del historiador o del divulgador histórico es deconstruir los mitos de nuestro pasado.

Una cosa curiosa de cómo se construyó nuestra narrativa histórica es que ésta, con todo lo polémico que esto se pudiera interpretar, pareciera salida de una historieta clásica, de aquellas en las que en sus orígenes teníamos al héroe incorruptible, al villano y ya tras toda una revolución en el género a los antihéroes, que de estos últimos la industria le ha sido muy rentable en sus historias; de ahí el éxito de películas como Joker o Venom, personajes que originalmente fueron concebidos como villanos de Batman y Spider Man respectivamente.

Algo así pasa con nuestra historia, la cual inicialmente fue narrada así por digamos conveniencias políticas e ideológicas, pero que ignoraba muchos contextos económicos, sociales que los historiadores sí han detallado en muchos de sus libros. Tan sólo si revisáramos La guerra secreta en México, de Friedrich Katz, nos daríamos cuenta del papel de México en la Primera Guerra Mundial; o si nos contarán que parte de la independencia de la Hispanoamérica, incluyendo la nuestra, tuvo mucho que ver con las guerras napoleónicas y cómo Inglaterra buscó desplazar a Francia como potencia mundial a la vez que inicia su conflicto con su excolonia Estados Unidos.

Imaginemos lo difícil que será para un niño o un adolescente procesar esa información, o lo más lamentable que en el sistema educativo actual la verdad a muchos de plano ni les interesa, dejando así individuos susceptibles aun a la manipulación a esa visión simplista e incapaces de cuestionar su realidad.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24