Cinco revoluciones globales presentes a 52 años de 1968

Cinco revoluciones globales presentes a 52 años de 1968

octubre 8, 2020 Desactivado Por La Opinión de

El año de 1968 parece distante, no obstante, el espíritu del Mayo Francés, la Primavera de Praga o el Movimiento Estudiantil del 68 en México siguen siendo eco de consignas en la actualidad. Si bien se sigue conmemorando anualmente, desde hace 52 años, la movilización por derechos democráticos y libertades civiles, ahora los nuevos elementos de la manifestación social exigen demandas ante los retos y amenazas del siglo XXI.

El economista y sociólogo Karl Polanyi publicó en 1945 su obra, Origins out of time, the great transformation, en donde enmarca un concepto denominado Double movement. Éste hace referencia a que en la sociedad de mercado se observa a la economía como un fin y no un medio. Por lo tanto, aumentan las demandas por protección social, por ejemplo, la orientación hacia una política monetaria ha dejado de lado al sector público.

En otro texto, Francis Fukuyama, El fin de la historia, menciona que la victoria de Estados Unidos como desenlace de la Guerra Fría propició que se asumiera el libre mercado, el Consenso de Washington y las reformas estructurales de manera universal. A consecuencia de esto, se opacó la responsabilidad de los Estados de proveer bienestar. La década de los noventas significó una serie de privatizaciones de empresas estatales, así como el retiro de funciones del Estado y gasto público, que, si bien fortalecieron la competitividad y liberaron sectores que bien podrían no pertenecerle al Estado como las telecomunicaciones, generaron algunas lagunas sociales.

Ahora, a inicios de la tercera década del siglo XXI, la prosperidad prometida por el neoliberalismo y el libre mercado se encuentra en decadencia. Alrededor del mundo, las demandas por mayor protección social van en aumento, se exige mayor participación del Estado en los asuntos públicos. Por ejemplo, la tendencia de promover un ingreso básico universal en Europa, o incluso en México, que permita brindar una vida digna, sin carencias, para todas las personas es una realidad.

Chile estalló en octubre del 2019, las consignas por un Estado mayormente igualitario ante la subida de la tarifa del sistema público de transporte; sin embargo, con el paso de los días se fueron sumando otras inconformidades sociales. Llegó al punto de exigirse una nueva constitución que erradicara los vestigios de la dictadura de Augusto Pinochet.

La represión del cuerpo de carabineros revivió los pasajes de un Estado autoritario, disparando balas de goma contra los ojos de manifestantes, muchos perdieron la vista. La demanda sigue en pie, se espera que el 25 de octubre de 2020 se vote el plebiscito por la nueva constitución. Se les otorgará a los participantes dos papeletas, la primera confirmará la redacción de una nueva Carta Magna, la segunda calificará el órgano encargado de llevar el proceso.

Por otro lado, América Latina ha tenido una fuerte sacudida para poder apropiar la equidad de género, los derechos reproductivos, la despenalización del aborto (con protección gubernamental) y la diversidad sexual. El contexto de la región coloca un escenario oscuro, susceptible al conservadurismo social y político. En donde el feminicidio y los abortos clandestinos son una muestra de la carente política pública y de seguridad para brindar protección.

De acuerdo con la periodista Lorena Arroyo, para la organización no gubernamental Connectas, se producen 12 feminicidios al día en la región; asimismo, el aborto mantiene una prohibición total en países como Honduras, El Salvador, República Dominicana, Nicaragua y Haití. En donde la moral religiosa pervierte la defensa de los Derechos Humanos.

Otra demanda que va creciendo a lo largo y ancho del planeta tierra es la acción para prevenir el calentamiento global, pero también para atender los daños consecuencia de la crisis climática global. La resolución del Green New Deal estadounidense advierte que, al no atender a tiempo los riesgos ambientales, suscitará un aumentó en el costo a futuro. Estima que para 2100 se generarían pérdidas de 500 mil millones de dólares en EE. UU. A la vez, en términos humanos, aumentarán las migraciones climáticas y pérdidas de vida, de acuerdo con esta iniciativa habrá 350 millones de personas en riesgo.

Mientras tanto, Europa es testigo de fuertes manifestaciones ciudadanas en favor de una política ambiental que olvide la era de los hidrocarburos, la presencia de partidos europeos en la Unión Europea va en aumento, así como su participación en toma de decisiones, como en el Parlamento Europeo con un creciente de afinidades juveniles. Aún los greens no destacan entre las primeras tres fuerzas, no obstante, aumentaron 24 parlamentarios su representación en las elecciones del 2019. Con esto consumaron su máximo histórico con un total de 74.

El asesinato de George Floyd, a manos de la policía de Minneapolis, catalizó una serie de movilizaciones masivas en contra del racismo en Estados Unidos, de tal magnitud que llegaron a asediar la Casa Blanca. Las milicias de colectivos negros y blancos marchan al son de protesta de forma armada, es cuestión de un disparo.

No obstante, esto ya sucedió cuando el joven blanco de 17 años Kyle Rittenhouse disparó contra dos manifestantes negros en Kenosha, Winsconsin, arrebatándoles la vida. Un ejemplo de cómo el conflicto racial en Estados Unidos va escalando y la deuda por erradicar el racismo y la discriminación sigue presente.

Finalmente, las revoluciones democráticas son fenómenos que se han hiperglobalizado. Podemos tomar como ejemplo las diferentes primaveras árabes del siglo XXI, pero también retomar el caso de Hong Kong, existe un consenso por parte de la sociedad internacional en que es el camino para un bienestar social.

El mismo principio suscitó manifestaciones en contra de las elecciones federales en Bielorrusia, que le dieron la victoria a Aleksandr Lukashenko, quien ha mantenido el poder desde la desintegración de la Unión Soviética a partir de 1994. El proceso electoral estuvo plagado de detención y exclusión de candidatos como Serguéi Tijanovski, quien fue arrestado el 29 de mayo y Valery Tsepkalo huyó a Rusia ante la amenaza de ser arrestado.

El desenlace del ejercicio “democrático” culminó con manifestaciones en contra del proceso denominándolo fraudulento.

La opositora Svetlana Tijannóvskaya mencionó que no confiaba en las encuestas a pie de urna. El ambiente del país tornó a tintarse con protestas durante el mes de agosto, hasta mediados de septiembre. Las conglomeraciones convocaron a los partidos políticos opositores, su militancia y miles de personas. El saldo fue de 4 personas asesinadas. A la par, Naciones Unidas denuncia 450 casos de tortura y maltrato a detenidos. Se llegaron a encontrar detenidas 7,000 personas durante este proceso de demandas democráticas, Lukashenko fue reelecto.

Podemos diagnosticar 5 ejes de demandas sociales que ocurren paulatinamente alrededor del mundo e incluso de manera conjunta: 1) protección social y distribución de la riqueza, 2) equidad de género y diversidad sexual, 3) derechos ambientales y acción contra la crisis climática, 4) en contra del racismo y la discriminación y 5) democráticas. El mundo está pasando por un periodo de oscurantismo, en donde de manera paralela la llegada al poder de mandatarios hostiles a estos principios, como Donald Trump, Jair Bolsonaro, Viktor Orbán o Recep Tayyip Erdogan, obstaculizan el florecimiento del progresismo internacional, pero también, la consumación de derechos y libertades civiles plenas.

La tercera década del siglo XXI estima una época convulsa en el carácter político, económico, social, cultural y ambiental. En estas ocupaciones ciudadanas, apropiaciones del espacio público y levantamientos están las nuevas generaciones de la revolución social, plagadas de jóvenes activistas que miran de forma utópica el futuro del mundo. A pesar de ver un horizonte apocalíptico.

A todas las generaciones les tocó pugnar cuesta arriba, ahora las nuevas tecnologías, respaldos de instituciones con perspectivas de Derechos Humanos y alianzas internacionales de colectivos humanitarios, feministas y ambientales equilibran la balanza en la búsqueda de la libertad social.

Luis M. León
Twitter: @luismaleon


Imagen: Niek Verlaan / pixabay.com

Réplicas