Movilidad y juventud, a nuestra Constitución

octubre 14, 2020 Desactivado Por La Opinión de

El día de hoy, en la Cámara de Diputados, se votará una reforma a nuestra Constitución para modificar el artículo 4 en materia de movilidad y el artículo 73 en materia de la juventud.

En materia de movilidad, la reforma consiste en adicionar el derecho a la movilidad; es decir, “toda persona tiene derecho a la movilidad en condiciones de seguridad vial, accesibilidad, eficiencia, sostenibilidad, inclusión e igualdad”. Con ello, se logra que el Gobierno federal, locales y municipales aseguren que la movilidad de las personas y de las mercancías cumplan con estos 6 principios.

De una revisión al marco Constitucional internacional, sólo las Constituciones de Brasil y Nigeria consideran la movilidad como parte de un “derecho del ciudadano”.

Ahora bien, ¿esto qué significa?, que el transporte federal o local deberá ser seguro; ahora los Gobiernos deberán brindar seguridad en todo trayecto de una persona, a eso le apuesta la reforma.

En un país, con un alto índice de delincuencia en las calles, en las carreteras y en el transporte público o privado, era tiempo de poner este derecho en nuestra Constitución.

Con ello, ahora usted puede solicitar un amparo cuando algún mecanismo de transporte no sea seguro, no sea accesible, no sea eficiente, no sea sostenible, no sea incluyente e igualitario; es decir, si usted ahora considera que el Tren Maya no es sostenible, puede presentar un amparo una vez que sea público este decreto, al día siguiente de su publicación.

De la misma forma, si usted ve que los transportes públicos no son seguros y no se hace nada para ello, puede promover un amparo para solicitar la protección, (no sé cómo lo vaya a lograr el Estado) para que su trayecto sea seguro.

A mi parecer, en el proyecto faltaron tres cosas (principios): que la movilidad sea dinámica, por género y amigable con el medio ambiente; al incorporar esos conceptos, hablamos de una nación que aspira a los medios de transporte de otros países, donde la movilidad y la conexión representan futuro y actividad económica.

Sobre el tema de la juventud, es loable reconocer a este sector que representa una buena parte de la población de nuestro país; darles un reconocimiento a los jóvenes es darle armas para la parte de mayor responsabilidad, que es la etapa adulta.

La reforma consiste en una obligación del Estado, garantizar el desarrollo integral de los jóvenes, a través de políticas con enfoque multidisciplinario en el ámbito político (es bueno que participen), social, económico y cultural del país.

Ahora, el Congreso tendrá la facultad de expedir leyes en materia de la juventud y también los congresos locales; por ello, es importante consultar a los jóvenes hacia dónde quieren ir y cómo participar en un Estado que ha dado buenos y malos resultados.

Cómo inculcar a los jóvenes la participación sino se inculca desde pequeños; cómo decirles que participen a una edad mediana; el buen ciudadano se crea en la niñez y no en la juventud.

Mario A. Zapata
Twitter: @MarioAZapataB