Crisis institucional en México: ¿autoritarismo o incapacidad?

abril 2, 2021 Desactivado Por La Opinión de

Algo que constantemente preocupa a la oposición y a cierto sector académico, periodístico de opinión, es el observar que aquellos que en el discurso decían que iban a ser distintos al gobernar y están sumiendo al país en una crisis generalizada, agudizada por el tema de la pandemia, además.

Lo anterior va desde el desdén de López Obrador por las instituciones, de las cuales ahora tiene todo el control o anhela la totalidad de las mismas, a las que mando al diablo por allá del 2006.

Estas tendencias del lopezobradorismo, tal vez esto no debería asustarnos o escandalizarnos tanto, son algo hasta cierto punto común de todos los gobiernos de cualquier partido que han estado en el poder.

Tenemos por un lado la notoria incapacidad de gobernar, que, si empeoran las cosas, nos puede llevar a una crisis de gobernabilidad severa, si bien no a la escalada de las peores que ha tenido este país con el PRI o el PAN, ésta puede desembocar en un alejamiento o mayor desencanto de la gente por los asuntos públicos, así como las condiciones de la democracia en este país.

Tan sólo miremos al INE y el choque que han tenido con el gobierno por los temas electorales de este proceso, que muy probablemente se lleve la mayor parte de estos roces a la vía jurisdiccional electoral a través del TEPJF.

Sin embargo, el mayor problema que tiene la 4T es la gobernabilidad democrática y el no poder concretar un modelo eficiente de la gestión pública (administración gubernamental), esto último traducido a que las políticas públicas a nivel federal están cayendo en el eterno problema de la ocurrencia como de la mala planificación, diseño e implementación de las mismas.

Curiosamente esto ha sido señalado por gente que es o fue afín al proyecto del presidente, pero que desertó de cargos en la administración federal, justo por tener el compromiso ético de no estar de acuerdo, a eso añadiremos que ni la oposición ha sabido capitalizar en su narrativa discursiva.

El otro gran problema es la gobernabilidad, que se traduce más en incapacidad de hacer valer lo siguiente: un estado de derecho más efectivo, una reestructura de las instituciones eficaz y eficiente, así como un verdadero combate a la corrupción que contrario al discurso es tolerada impunemente.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24