Relativizando la democracia: entre ucronías y utopías

Relativizando la democracia: entre ucronías y utopías

julio 2, 2021 Desactivado Por La Opinión de

Sin duda la historia además de ser interesante, para quienes nos gusta estudiarla, leer o dar clases, pensamos o partimos de la idea de que esperamos que los educandos comprendan los procesos históricos en aras de construir un mejor porvenir.

Quizá la idea anterior pudiera caer en ingenuidad e idealismo, pero también debemos ser conscientes del uso o manejo ideológico que se le da a la misma, ya sea a través de la denominada “historia de bronce”, o el ver a los hechos/personajes en blanco y negro.

En un par de ocasiones se me ocurrió, a título personal, hacer el siguiente ejercicio con alumnos en una clase de Historia Universal: imaginemos cómo sería un mundo si los aliados hubieran perdido la II Guerra Mundial, siendo que los países del Eje serían la hegemonía mundial, idea que se ha explorado en la literatura (El Hombre en el Castillo de Philip K. Dick) y curiosamente en algunos cómics o material audiovisual derivado del mismo plantean multiversos regidos por gobiernos totalitarios fascistas.

Y tal vez pecando de un excesivo relativismo, se me ocurre pensar que tan malo sería un mundo así, de entrada, tendríamos claro que esa lucha ideológica, que aún persiste con distintos matices como evolución, entre el capitalismo, democracia en contraste con el comunismo-socialismo y un modelo económico con un Estado más interventor en la misma economía a diferencia del neoliberalismo.

Claro que debemos también mencionar que la Ciencia Política ha reflexionado mucho sobre que, independientemente de que tan autoritario o no es un gobierno, el manejo de la economía puede ser más independiente, tomemos a China como ejemplo en contraste con la URSS.

Sin embargo, volviendo a la parte política, en esta realidad alternativa que estaríamos planteando, como individuos podríamos añorar o replantear si es mejor un modelo que reprime las libertades, asume que el individuo se debe al Estado y no viceversa, en resumen, un gobierno totalitario. Tan sólo imaginemos sacrificar lo que teníamos antes por ese anhelo inconsciente de represión e intolerancia en aras del orden.

Mucha gente hoy en día defendemos la idea de democracia, y me incluyo, pero no pensamos en que hay sectores de la sociedad que, aunque nos resulte impensable no van a defender algo que les haya beneficiado, eso en parte es la inercia que tenemos desde 2016 con líderes que le pintan el dedo medio a la democracia.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24


Imagen: commons.wikimedia.org

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