El ocaso del paraíso socialista de los Castro

julio 16, 2021 Desactivado Por La Opinión de

Uno de los hechos históricos más importantes del siglo pasado, además de la Revolución Soviética de 1917, fue en Latinoamérica la Revolución Cubana el 1° de enero de 1959, pues sentó un precedente para las izquierdas latinoamericanas que buscaban sus ideales a través de la vía revolucionaria. Sobre todo, en un mundo de la posguerra altamente polarizado en los bloques de EE. UU. y la URSS.

Sin duda México por la cercanía y solidaridad que ha existido con el pueblo cubano jugó un papel importante, pues es sabido que se planeó aquí, además de la buena relación o simpatía de don Lázaro Cárdenas con Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara.

La isla tuvo una historia de ser como muchos países latinoamericanos, un campo de experimentación entre las hegemonías mundiales, pero que a diferencia de otros pueblos nunca han conocido realmente la soberanía o autodeterminación, pues estuvieron desde 1899 hasta la década de 1950 muy cerca de convertirse en un Puerto Rico, sin embargo al derrocar a Fulgencio Batista en el 59, el país experimentó cierta esperanza democrática hasta que se adoptó un modelo socialista, además de volverse un gran aliado de la Unión Soviética en América al grado de que estuvo en el entredicho en 1962 con la Crisis de los Misiles en la era Kennedy–Krushev.

Después de eso, el país tuvo un accidentado panorama económico, pues el bloqueo de Estados Unidos lo afectó ligeramente hasta la caída de la URSS, época en que algunos periodistas e historiadores aseguran que Cuba tuvo que sostenerse de las relaciones con narcotraficantes en los 80-90. Pero que, a partir del inicio del nuevo siglo, se fueron marcando el rezago económico, las desigualdades sociales y pues los vaivenes de levantar el embargo económico estadounidense en el paso de presidencias republicanas o demócratas, así como el tema de la prisión de Guantánamo.

Hoy, en plena época del ocaso democrático, la era del COVID, los cubanos se han volcado a manifestarse a las calles, pues a pesar de ciertas aperturas y de que en 2016 aparentemente hubo un “cambio político” con Miguel Díaz-Canel, quién gobierna bajo la sombra de Raúl Castro, los cubanos exigen un profundo cambio político y social, este último igualmente marcado por la pandemia que vivimos en todo el mundo.

¿Será entonces momento de otra revolución social? ¿O tiempo de que los cubanos empiecen a replantear su soberanía? ¿quizá algo similar a lo vivido en Chile, Argentina o algunos países de la llamada “Primavera Árabe”? La moneda está en el aire.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24