Guerra civil hispano mexicana

Sabemos que López Obrador ha mantenido un estilo unipersonalista y autócrata de gobernar, lo que un grueso de la población, en especial las clases medias a las que tanto aborrece, influidas por el nivel de información o el acceso que las mismas, se espante pensando que vamos en camino a convertirnos en la próxima Venezuela.

En relación con este miedo, fundamentado o no, en lo personal siempre lo he descartado, tenemos condiciones sumamente distintas incluso si partimos desde el análisis en la ciencia política, nuestro sistema político y su dinámica simplemente no lo permitiría.

Algunos aseguran que migramos de una dictadura de partido hegemónico, a una de partidos, pues ellos son los que definen ahora imitando de manera consciente e inconsciente los vicios del régimen posrevolucionario.

Ya se ha dicho además en múltiples espacios, pero aquí lo reafirmo de manera resumida, que nuestro gobierno no ha dado el salto a saber gobernar sino por el contrario siguen inmersos en una dinámica electorera, donde lo principal no es la gobernabilidad, tampoco la gestión ni las políticas públicas, sino la prioridad es la construcción ideológica sesgada o bien un presidente que cada mañana desde el pulpito sermonea, provoca e insulta desde al pueblo malo hasta a sus adversarios inventados.

A pesar del problema de que la oposición no ha construido un discurso, y que el reavivado conflicto con el panista Ricardo Anaya es uno más de esos conflictos. Ni que decir de la alianza entre el partido español Vox en conjunto con algunos sectores del PAN, lo que ha convertido la narrativa discursiva política en una especie de secuela tropicalizada de la Guerra civil española a la que podemos rebautizar cómo Guerra civil hispano mexicana.

Todo esto da reminiscencias a que la lucha ideológica entre las izquierdas bananeras y las derechas pseudofascistas parezca no haber evolucionado en comparación con la sangrienta lucha que conllevó esas ideologías en España, en los años 30 hasta la consolidación de la dictadura de Francisco Franco.

Aquí vemos que nuestra raíz hispana de estarnos peleando por temas del pasado, también la tenemos en México, tan sólo el tema de la conquista fue utilizado por Vox, para polemizar quizá calentar los ánimos del presidente junto con su “fanbase”, que se quejan de la opresión y la muerte de culturas originarias procesando su pensamiento en la lengua de los colonizadores, defendiendo las instituciones en conjunto con las leyes creadas por estos malditos españoles.

Nuevamente la constante, razonamientos absurdos…

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24

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Imagen: Internet