Historia de horror mexicana: “indios caníbales”

octubre 8, 2021 Desactivado Por La Opinión de

En este mes de octubre, que está cercano a nuestro Día de Muertos y que la globalidad nos ha influido culturalmente para que mucha gente en el país, sobre todo nosotros los millennials como centennials, celebremos además el Halloween, cuestión que es muy criticada por algunos en el país.

Dicho lo anterior, para este mes he preparado una serie de textos antológicos, de temas históricos o de actualidad, que bien pueden aterrarnos (darnos miedo, perturbarnos en este mes que se acostumbra este tipo de contenido) a la vez de invitarlo a la reflexión social-política de nuestro país.

Para esta ocasión hablaremos de un tema histórico que va muy adecuado a las narrativas del gobierno en torno al tema de la conquista. Justamente esa es la antropofagia/canibalismo practicado por las culturas prehispánicas, que en el discurso hoy se glorifican como puras, concebidas sin “corrupción original”, mientras que los bárbaros fueron los “malditos españoles”.

Vamos con los antecedentes brevemente, según el Códice Florentino, un documento del siglo XVI, los antiguos nahuas en ocasiones comían carne humana en un plato llamado tlacatlaolli, muchos aseguran que es el precedente del pozole prehispánico lo cual es debatible. Fray Bernardino de Sahagún escribió que “cocían aquella carne con maíz, y daban a cada uno un pedazo de aquella carne en una escudilla o caxete, con su caldo y su maíz cocida”. Tanto en los textos coloniales en español, como en los escritos en náhuatl, hay referencias del consumo de carne humana.

Sin embargo, el derecho de comer carne humana era un privilegio exclusivamente de la nobleza guerrera y de algunos comerciantes. Los guerreros consumían a sus prisioneros, mientras una élite de comerciantes podía comprar un cautivo para comer en un banquete antropofágico.

Claro que, al llegar los hombres de Castilla, este acto fue visto como barbárico, pero algunos comparan la hipocresía del clero y los colonizadores, ya que la práctica de comer carne humana también tenía un móvil religioso en un sentido simbólico similar al cristiano acto de “comerse a Dios”, mediante la eucaristía.

Desde luego mi intención no es glorificar ningún bando, la naturaleza del ser humano siempre ha sido salvaje, en todas las sociedades se cometen actos terribles, el problema es que juzgamos las interpretaciones del pasado con ojos contemporáneos. Por eso seguimos en esas narrativas o realidades construidas de manera irracional.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24