De fantasmas y viejos amargados que odian la Navidad
diciembre 24, 2021Todos en algún momento, a propósito de las fiestas, hemos tenido contacto con la historia de Ebenezer Scrooge de Cuento de Navidad, del gran Charles Dickens, pues al ser una obra del autor inglés de dominio público, ésta ha sido adaptada en infinidad de ocasiones en la televisión o el cine.
Aunque sabemos de manera resumida la historia, pues vemos a un avaricioso prestamista inglés que se ha vuelto frío y amargado con una aversión por las festividades navideñas, al que se le aparecen cuatro fantasmas, si contamos al de su amigo Jacob Marley, que le dan unas lecciones para ablandar su corazón, teniendo un cambio de actitud.
Pero también hay que decirlo, ésta tiene un contexto histórico-económico muy interesante. Pues Scrooge representa el lado más feo del capitalismo industrial de la era victoriana o de los albores del siglo XIX, incluso el apellido del personaje principal ya es un sinónimo en el inglés moderno de tacaño o codicioso, otros ven en él reflejado las tesis del economista Thomas R. Malthus.
También debemos saber que la obra fue concebida bajo un contexto de nostalgia por las fiestas decembrinas, pues en el tiempo de la Revolución Inglesa (1642-1688) con el Lord Protector Oliver Cromwell se prohibía festejar la navidad, la razón de cancelar esta festividad en un periodo de 13 o 17 años, según algunos historiadores, pues como parte del ala puritana inglesa afirmaba que no había ninguna referencia en las sagradas escrituras sobre el 25 de diciembre, por lo que se veía como un día ordinario más.
Pero este no era el único problema. Había demasiadas similitudes con los festivales romanos. En la Antigua Roma, el mes de diciembre estaba repleto de las festividades de Saturnalia o el Yule de los vikingos, una fiesta en la que se ofrecían regalos y había banquetes y recordaba al paganismo. Cuestión de principios o dogmas religiosos finalmente, lo esencial depende de usted si relativizar o no las fiestas.
Actualmente en estas narrativas del gobierno de apelar al odio de cierta parte del pasado histórico, veamos que la mezcla o sincretismo de tradiciones como creencias religiosas es un proceso histórico cultural en varias sociedades del mundo.
Dicho lo anterior, estimado lector, le deseo unas felices fiestas, si es creyente celebre el nacimiento de Jesús, de lo contrario rememore las festividades paganas del Sol Invictus, y si es ateo u hombre de ciencia, conmemore usted el cumpleaños de Sir Isaac Newton.
Gildardo Ledesma
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