2022: ¿tiempo de salvar a México?
enero 14, 2022Ya son 3 años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, como en todos sus predecesores, es ya evidente el desgaste al que están expuestos además de la desaprobación o descontento social, aunque ellos mismos se empeñen en deslegitimarla.
Si bien los resultados en acciones, programas de gobierno, políticas públicas son nulos, a pesar de la insistencia de que ellos tienen otros datos o esa estrategia barata de decir que el pueblo lo apoya, buscando cariño de la gente por todos los medios que sean necesarios, aunque eso implique simular un ejercicio de consulta y rendición de cuentas.
Prácticamente con un tercer año de pandemia, en el que gracias a los avances en la vacunación nos genera cierta sensación de relativa tranquilidad, aunque las nuevas variantes, como ómicron en este momento, son también motivo de preocupación constante para el sector salud, un poco la sociedad y en nuestro caso particular de ninguna manera el gobierno se nota visiblemente en alerta por atender tan delicado tema.
Por otra parte, tenemos que en este año se insistirá en completar los megaproyectos del gobierno, así como la ratificación de mandato en el próximo mes de marzo; esta última no tendrá mayor impacto, más allá de darle un indicador al presidente de que los suyos lo quieren mucho, con eso basta. O bien de que se mire al espejo, se pregunte: ¿quién es el presidentito de México más bonito?
Tal vez lo anterior suene risible, gracioso, pero estamos ya en una era surrealista de la política nacional, en la que surgen movimientos sociales en defensa del gobierno, algo inédito dada nuestra historia al menos desde el 68, también donde se extrapola la crítica en la prensa, sociedad, oposición, al grado de ser considerados desde enemigos del Estado hasta ser moralmente inferiores a ellos.
Serán unos tres años, de aquí al 24, sumamente complicados, además de las obvias crisis sociales, económicas, políticas consecuencia de la misma pandemia, en las que, si no reconstruye, sana lo que se ha roto, nuestro país carecerá de una necesaria unidad nacional para afrontar nuestros retos y/o problemas a futuro.
Tanta obsesión que hay de la parte presidencial a la historia, pues será un hecho que pasará a la misma, aunque seguramente no con el impacto o el recuerdo que ellos esperan e imaginan en sus sueños de un salvador de la nación, sino todo lo contrario. Tempus fugit.
Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24
Imagen: Internet