Pasó el primer mes, respira y no descuides tu salud mental
febrero 2, 2022Estamos de acuerdo en que el cierre de cada año nos provoca una gran emoción, también es el momento ideal para reflexionar y, sobre todo, plantearnos nuevos propósitos (que por lo general son muy parecidos a los que se habían planteado en años anteriores o de manera más cómica los que de plano no realizamos); utilizar ese sentimiento e inspiración, que nos da cada cierre, nos impacta de manera positiva en nuestro crecimiento personal y, al realizarlo de manera organizada, el plantearte metas por escrito y programadas, ayuda en gran medida a su desarrollo. Pero debemos recordar que ejercer demasiada presión, o apuntar a objetivos fuera del alcance, puede llegar a ser contraproducente.
Por esto último, y de manera natural, el primer mes del año puede ser un bajón emocional para muchos: el término de las festividades, regresar a las responsabilidades cotidianas y no ver un reflejo inmediato en los propósitos que tan felices nos planteamos días antes, puede ser una carga emocional extra en nuestro día a día, además de agregar que venimos de una pandemia que con tantas variantes y contingencias parece no tener un fin cercano.
Esta situación anormal y de alerta sanitaria, por sí sola ha causado severas consecuencias en tema de salud mental, como incertidumbre por la afectación económica, cuadros de ansiedad, reacciones depresivas, así como trastornos asociados por el estrés traumático, al tener tan cerca el riesgo de contagio, el padecer la enfermedad o el fallecimiento de personas cercanas y seres queridos.
Con todo esto y después de pasar los primeros 31 días del año, es bueno respirar y tomar conciencia de nuestro presente e incluir un cuidado y estima por nuestra salud mental, ya que, si en nuestro interior no están las cosas en orden o de la mejor manera posible, mucho menos podremos lograr esos cambios exteriores que tanto nos importan y, en un orden de menor a mayor importancia, éstos pueden ser algunos consejos para fortalecer este aspecto tan importante de nuestra vida:
Cuidar la salud de nuestro cuerpo, consumiendo algunas vitaminas, de preferencia recetadas en consulta médica, una dieta saludable (donde algunos por las prisas o desidia batallamos y me incluyo completamente), practicando ejercicio de manera regular y durmiendo las horas adecuadas, nos complementa para reforzar ese equilibrio.
Evitar el aislamiento emocional, identificar lo que sentimos en cada situación, aceptarlo, retroalimentarnos, así como practicarlo de manera personal y continuar con el contacto de nuestros seres queridos, así como de lo que nos rodea (cuidando las medidas sanitarias), nos fortalece, ya que las buenas relaciones personales nos mantienen empáticos y generan una mayor autoestima.
Mantenernos ocupados en busca de nuevos conocimientos, desarrollo de habilidades, actividades recreativas, cursos, entre otras actividades positivas, ayudan a estar enfocados, nos relaja reduciendo la ansiedad, estimula la concentración y por consecuencia fortalece nuestro sistema inmune.
Los especialistas hacen mucho hincapié en buscar el equilibrio entre nuestras emociones positivas y negativas y es bueno aclarar que por la palabra negativa no se trata de decir que es mala y que esté mal que las sientas; tristeza, enojo, entre otras, son emociones necesarias, que nos ayudan a responder ante situaciones difíciles, pero que debemos soltar; de igual manera la felicidad o el gozo nos ayuda a responder otras situaciones y también se deben comprender y soltar según sea el momento. Este equilibrio nos ayuda a generar un autoestima elevado, que a su vez nos mantiene atentos a la realidad presente; recordemos que un alto autoestima no es sinónimo de un ego inflado ni la solución a todos nuestros problemas, pero sí ayuda a generar un mayor grado de conciencia y respuesta en las situaciones que se nos presenten día con día, nos ayuda aceptar los momentos complicados y de nuevo los especialistas en salud nos indican que no dudemos en pedir ayuda a los profesionales y así encontremos las mejores herramientas para conseguir nuestro estado óptimo de salud.
Según la definición que nos da la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es un estado de bienestar, en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Así que no te preocupes si en este primer mes no has realizado o empezado algunos de tus propósitos planteados para este 2022; medita de una manera consciente que es prioridad en tu día a día, sin generarte estrés innecesario, evita tomar las cosas de manera personal, suelta el impulso de tener el control en lo que está fuera de tu rango de acción, acepta tus emociones ante cada situación, no las reprimas para que de una forma consciente actúes de la manera adecuada. Como reflexión, entre más rígido sea algo tiende a quebrarse, en cambio lo flexible experimenta logrando embonar de la mejor manera y recuerda que la finalidad no es sólo cumplir cada uno de los propósitos, sino disfrutar del proceso, vivir al máximo tu presente y construir una vida ideal.
Como última reflexión: “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”. Mateo 6:34.
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