Con los hijos no… (la ausencia de respeto y civilidad)

Hemos sido testigos en Twitter, especialmente, de que ser hijos de figuras públicas, más si estás son de la política o el mismo presidente de México, implica tanto una exposición como escrutinio público. Sin embargo, hay límites que quizá no se deberían tocar, pero dada la polarización, falta de madurez política, así como una ausencia de respeto mutuo, trae como consecuencia un pleito ridículo que va en escalada.

El más reciente fue el de una foto, subida a alguna red social, en la que Andrés Manuel López Obrador, aficionado al beisbol, aparece junto con su hijo menor, el cual fue víctima de burlas por su aspecto físico.

Si bien, en alguna ocasión, el adolescente fue víctima del escarnio, de un conocido influencer especializado en política, lo cual valió que se cancelara su participación en un foro sobre discriminación, gracias a la queja de la cónyuge del Sr. presidente.

No obstante, cuando deberíamos, como bien reza la sabiduría popular, hablar de ideas y no de individuos, la misma inercia de esa vulgarización de la política ha provocado esto, pues no es nada más la oposición quienes critican con sobrenombres e insultos ofensivos.

Recordemos aquella vez que el mismo AMLO insultó a Vicente Fox, Felipe Calderón; los apelativos vulgares que ha usado y lo sigue haciendo el “legislador” Gerardo Fernández Noroña, además de que los panistas ya le han puesto un mote bastante peculiar.

Y es que bien dicen en nuestro país, “el que se lleva, se aguanta”; durante todo un sexenio la expareja de Enrique Peña Nieto fue igual víctima de los insultos. Aunque aquí no se trata de hacer una defensa de lo indefendible, sí diremos que los primero en insultar, denigrar, dividir, a los mexicanos fueron ellos (sí el lopezobradorismo y sus seguidores fieles).

Han dividido a los mexicanos, haciendo más lastimoso, años de desigualdades sociales, económicas, usan el lamentable problema del clasismo como bandera política oportunamente.

Acusan a todos aquellos de pensar diferente con adjetivos nada agradables, pero ante la violencia rampante, problemas económicos que no son exclusivos del país, mas no los exime de responsabilidades en su inacción, así como los de salud, medioambiente, entre otros.

Ante ello no sale el ministro de la SCJN, ni el canciller a manifestar su pesar, dolor en Twitter… eso no les duele, molesta ni enoja. Sólo la bajeza política de algo que ellos mismos provocaron.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24

Imagen: Internet