Latinoamérica: ¿izquierda, populismo o ingenuidad? (parte II)
agosto 19, 2022En esta edición, en la que seguiremos hablando de esta vuelta a la izquierda en algunos países de la región, comentaremos principalmente en razones históricas y económicas de este fenómeno, del cual no es tampoco algo nuevo sino cíclico.
Partamos de un acontecimiento importante, del cual me parece no se habla lo suficiente, este es la Operación Cóndor, un plan de acción creado por el gobierno estadounidense durante la década de 1970, con el propósito de contener el avance de la izquierda en países como Paraguay, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela y en una ligera consideración nuestro país. Diseñada por Henry Kissinger, quien por esos años también estaba ocupado en el tema de Vietnam, así como los Tratados de París.
Dicho plan involucró el apoyo abierto del gobierno americano a dictaduras, golpes de Estado, así como represión hacia guerrillas, periodistas, académicos, líderes sociales, sindicatos, movimientos estudiantiles, etc. Todo con el propósito de contener la amenaza roja en el continente.
Producto de esa disidencia, la izquierda en América Latina tiene parte de su origen, aunque existen más causas estudiadas por historiadores como politólogos. Por tanto, la razón de estos movimientos políticos obedece en mucho al contexto de la Guerra Fría, pero también de una especie de rebeldía al imperio yanqui, en especial tras la Revolución Cubana en 1959.
Sin embargo, esa izquierda se ha diversificado, ha sido duramente criticada por personalidades como Gloria Álvarez o Agustín Laje, por mencionar a sus más acérrimos críticos. Muchas de esas ideas permearon en las universidades públicas, en especial en carreras de Ciencias Sociales, incluso es parte de la herencia intelectual del presidente Andrés Manuel López Obrador. Aunque en el caso particular preocupa el matiz sectario-religioso que le da que ni siquiera es propio de la Teología de la Liberación.
Tampoco la izquierda es un cáncer o virus a erradicar, actualmente la administración de Biden difícilmente tiene intereses o algún plan de contingencia contra el populismo en los países del continente, y si lo tienen es por formas más sutiles que intervenir con golpes de Estado.
Nos atrae la izquierda por ser un proyecto político que promete hacer frente a las adversidades que experimentan las clases o sectores sociales menos privilegiados, pero que, en la praxis, los hechos demuestran ser más de lo mismo. Además de estar marcados en nuestras instituciones con carente Estado de Derecho, dominadas en algunos casos por la corrupción, impunidad, violencia y de ese capitalismo de amigos imperante.
Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24
Imagen: Internet