La quema de los Judas

La quema de los Judas tiene un origen religioso y simboliza la destrucción del mal y la traición. El sábado santo, en prácticamente todo el país, se acostumbra a realizar la quema de los Judas; una tradición que se remonta varios siglos y que representa la muerte de Judas Iscariote, como representación del engaño y la traición, luego que vendiera a Jesús por 30 monedas de plata.

Los Judas son figuras elaboradas con cartón y papel de china, y en cuyo interior se les colocan cohetes. A estos Judas se les prende fuego en las plazas públicas.

Año tras año, vemos como las multitudes, en pueblos y ciudades, se congregan en torno a sus Judas, para quemarlos, éstos son caracterizados como políticos, principalmente quien se encuentre en la Presidencia de la República: López Obrador, Peña Nieto, Calderón, Fox, Zedillo, Salinas, etc.; pero más que un tema político, es una catarsis social frente a la figura del presidente de la República, cargo de mayor responsabilidad política y administrativa del país, del gobernador del Estado o del presidente municipal, quienes llegaron a esa posición gracias al respaldo popular en las urnas y que, con el paso del tiempo, los ciudadanos se sienten traicionados.

En general, la sociedad se siente burlada por la clase política, razón por la cual se les representa como los Judas de semana santa y, simbólicamente, se deshace de ellos y del engaño y la mentira de la que fue objeto.

Paralelamente a esta tradición centenaria de los Judas, en ciertas manifestaciones públicas en contra de ciertos políticos, los manifestantes queman su figura, como símbolo de rechazo o repudio por sus acciones (o su falta de acción).

El 18 de marzo, se llevó a cabo el “festejo” denominado “85 aniversario de la expropiación petrolera”, evento organizado en el Zócalo capitalino, con el que López Obrador reaccionó a la concentración ciudadana del 26 febrero en defensa de las instituciones electorales y el voto de los mexicanos. Lo del sábado no fue una fiesta, como lo pretenden vender, sino un revanchismo político, porque si el Zócalo “siempre ha sido suyo”, nadie se lo puede arrebatar y menos siendo presidente de la República.

Por eso reunió a sus bases, esas a las que les habla todas las mañanas desde el púlpito presidencial, esas a las que azuza en contra de sus adversarios: los conservadores, los que cuestionan, los que piensan distinto, los que no se someten a su voluntad; congregó a los que creen que él es el mesías que ha llegado a solucionar todos sus males, el Robin Hood de Macuspana: el que le quita a los ricos, para darle a los pobres, porque los programas sociales son del presidente, no del gobierno, ese es el discurso que “venden” todos los morenistas.

Concentró a miles a quienes les ha hecho una lobotomía, con los chistes fáciles y las frases hechas, esos que no piensan por sí mismos, sino que son sólo instrumentos del inquilino de Palacio; por eso algunos de ellos decidieron llevar una figura de cartón de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, y terminado el festejo del presidente, que no del aniversario petrolero, quemarla como el enemigo político que “creen” es de López Obrador.

El presidente y sus vasallos no le perdonan a la ministra Piña el “desaire” de no haberse levantado en su presencia; el amo y señor de México es tan pequeño que su mayor miedo es que no le tengan respeto, pero lo quiere por imposición no por merecimiento.

A López Obrador no le gusta la división de poderes, él aspira a tener al Legislativo y al Judicial a sus pies y desaparecer a los órganos constitucionales autónomos; por ello la quema simbólica de sus seguidores de la ministra Piña es sólo el reflejo de la hoguera mediática que todos los días enciende en su mañanera.

LA CUADRATURA

Morena en el Senado tiene detenidos los nombramientos de cinco magistrados de las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y 22 de tribunales locales, ¿será la estrategia para “destazar” el sistema electoral mexicano?

Alberto Lugo Ledesma
Twitter: @albertolugomx

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