¿Y yo puedo ser candidato?

¿Y yo puedo ser candidato?

noviembre 14, 2023 Desactivado Por La Opinión de

Cuando cualquier ciudadano común se hace la pregunta anterior, la respuesta condicionada es sí y a la vez no. Aquel que tiene partido y es de la simpatía de sus dirigentes y militantes tiene ventaja, pero aún tiene que pasar por una serie de requisitos y competir con otros perfiles que llevan tiempo esperando su turno en la lista. Quienes no son cobijados por partido alguno es en las candidaturas independientes donde tienen su única opción; pero los requisitos para ser candidato independiente continúan siendo un reto enorme, por la cantidad de requisitos solicitados por la ley, sin embargo, aún alienta que hubo quienes pudieron lograrlo con éxito de alguna manera y son recordados por su paso importante en la actividad pública.

Tal es el caso del movimiento local del “arbolito” de Pedro Kumamoto, en Jalisco, que en 2015 logró hacer eco, por su particular voluntad de hacer una nueva política, al exhibir y exigirle a las autoridades el adecuado uso de los recursos públicos, para garantizarle a la ciudadanía el disfrute de mejores gobiernos y servicios, así como el abrirles las puertas a las personas en la toma de decisiones e incidencia. Lo que permitió a Kumamoto ser el primer diputado local independiente de ese estado, ya que desde un inicio se distinguió rápidamente como el joven político no tradicional, símbolo de la independencia partidista, lleno de propuestas innovadoras y bien enfocadas a la exigencia ciudadana del momento.

Su paso por el congreso local de Jalisco fue trascendental e indiscutible, sin embargo, en 2018 el entonces diputado del distrito 10, pese a su gran trabajo, no logró hacerse de un escaño en el Senado de la Republica, esto debido a la maquinaria electoral de los partidos políticos tradicionales a los que se enfrentaron él y sus jóvenes candidatos que compitieron en los principales municipios de Jalisco por la vía independiente. Tras ello, el movimiento del “arbolito” y/o “wikipolítica” se ha conducido por cambios significativos y la carrera de su líder también, ya que desde un inicio se caracterizó por su independencia, y tras dicho tropiezo pasó a fundar un nuevo partido político local, llamado “Futuro”.

Pese que Futuro tenga buenas propuestas y candidatos, el efecto Morena del presidente López Obrador y del partido en el gobierno de Jalisco, Movimiento Ciudadano, así como del Frente Amplio por México, este partido local prácticamente se ha reducido en votos e, indudablemente, para que pueda seguir con vida es necesario aumentar su número de votantes en 2024 y así logre gozar de un financiamiento público mayor que le permita ser más competitivo. Dicho lo anterior está claro que Futuro no puede lograrlo por sí mismo, ya que las coyunturas no son las mismas que las de 2015, por lo tanto, para que Futuro pueda tener un “futuro” fue necesario que el pez grande se devore al chico, puesto que es imposible sobrevivir a la vorágine de los partidos nacionales y sus coaliciones.

Es por ello que no debería extrañar la alianza de este partido local con Morena y sus aliados, que representan una fuerza mayor, para que ellos puedan sobrevivir, justo allí vuelve la crítica retórica del parasitismo político que Pedro tanto buscó combatir, con lo que logró construir un prestigio sólido, credibilidad y calidad moral, que solamente él y muy pocos políticos podían presumir aun con la frente en alto y sin antecedentes de corrupción. Pero recordemos que en política no hay sorpresas, hay sorprendidos, y esta vez muchos ciudadanos y medios en el país que venían siguiendo y/o admirando el movimiento de Kumamoto fueron sorprendidos por la decisión que tomó junto a su partido.

Analizando a fondo, aquí no se trata de que él traicione su honorabilidad personal o su ideología cultural de descendencia japonesa, puesto que, pese a las decisiones tomadas recientemente por su partido, su honorabilidad personal y su anhelo por hacer un cambio verdadero, considero, representa un valor inexorable que Kumamoto aún mantiene vigente. Esto va más allá y nuevamente aquí es donde tenemos que volver a la pregunta del inicio y preguntarnos de manera personal para quienes buscamos hacer las cosas diferentes: ¿y yo puedo ser candidato? Y aquí es ir a la opción A, con los partidos políticos o por la opción B de las candidaturas independientes y el camino empedrado que esto representa, pues recordemos que los políticos son quienes hacen las reglas de la política a beneficio de ellos; y para quien lo hace con la segunda opción, necesariamente, tiene que regresar al primer camino para poder tener una carrera más o menos exitosa cobijada institucionalmente.

En conclusión, podemos tomar el caso Kumamoto como el fin y destino de quienes intentan hacer las cosas por vía distinta, el sistema de partidos terminará por absolverlos. Ahora, la narrativa pública de la Cuarta Transformación trae consigo nuevas realidades y consecuencias en el juego de la política. El lado A y el lado B de la política han cambiado significativamente, en tiempos de Peña Nieto era con el sistema de partidos o con las candidaturas ciudadanas; ahora, en tiempos de López Obrador, es con Morena o con el Frente Amplio Por México. Las candidaturas ciudadanas y los partidos políticos que no están en alguno de esos dos grandes bloques, donde se encuentran las preferencias de la gran mayoría de la ciudadanía, han pasado a un tercer plano.

Alejandro Villafuerte
Twitter: @VillafuerteAle_

Imagen: Internet

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