Bibliotecas: acceso a la información en la Agenda 2030

Bibliotecas: acceso a la información en la Agenda 2030

diciembre 7, 2018 Desactivado Por La Opinión de

En el año 2015, los Estados miembro de las Naciones Unidas (entre ellos México) se comprometieron a transformar nuestro mundo bajo la premisa de “no dejar a nadie atrás”. Con base en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se constituyó en la Agenda 2030 un marco inclusivo de dimensiones económicas, ambientales, sociales y culturales, que contempla enfoques transversales para integrar políticas de desarrollo que beneficien a las personas de todo el mundo.

En el cuerpo de los ODS se integró en el objetivo 16, y a su vez, en la meta 16.10, la importancia de garantizar el acceso a la información y al conocimiento, y las libertades fundamentales en concordancia con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales.

Desde la perspectiva del consenso internacional, concluimos que el libre acceso a la información es un motor fundamental para alcanzar el desarrollo sostenible.

México –fiel a su tradición garantista de derechos fundamentales– incluye en el artículo 6º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos la defensa de este derecho, y en diversas reformas, la última en 2014, revalora su dimensión más transversal, colocándonos así en la ruta adecuada para cumplir con los compromisos de la Agenda.

Si bien se han generado condiciones para el cumplimiento positivo de este artículo, a través de un marco jurídico robusto y actual, es necesario que pongamos los pies en la tierra y veamos qué tanto se ha hecho por lograr su cumplimiento.

Para ello debemos contemplar que en nuestro país contamos con muchas barreras, como las relacionados con circunstancias sociales, como la exclusión, la pobreza, la insuficiente promoción de los derechos, la desigualdad e inequidad, las lingüísticas y culturales, las tecnológicas, la corrupción…

Ante estas barreras cabe preguntarnos, ¿con qué herramientas contamos para derribarlas y materializar de forma sustantiva el acceso a la información y al conocimiento?

Para responder a esta interrogante estoy seguro de que las bibliotecas y los profesionales de la información juegan un papel fundamental. Según la Federación Internacional de Bibliotecas (IFLA), hay 320,000 bibliotecas públicas y más de un millón de bibliotecas de todo tipo, que funcionan actualmente en el planeta, proporcionando infraestructura, equipamiento y profesionales que ayudan a las personas a desarrollar la capacidad de utilizar la información en forma eficaz, a preservar la información y con ello garantizan el acceso permanente para ésta y futuras generaciones.

Entre ellas, México cuenta con la Biblioteca Nacional, 7,427 bibliotecas públicas, 5,904 bibliotecas escolares y 1,857 bibliotecas académicas; lo que da un total de 15,189 bibliotecas, sin incluir las comunitarias ni las especializadas.

Estos datos nos hablan de un capital tremendo (la más importante infraestructura cultural del país) para garantizar a la ciudadanía este derecho, pues ellas, desde sus orígenes, han trabajado bajo el principio de acceso a la información y cuentan con recursos y personal especializado y experimentado que tiene la capacidad de crear e innovar con vehículos, herramientas y desarrollos adecuados que permitan dar acceso a la información de calidad que necesita una sociedad tan diversa y heterogénea como la mexicana, en su ejercicio cognitivo y en su juego democrático.

Además, es importante mencionar que las bibliotecas cuentan con una gran experiencia en la formación, educación, fomento cultural, democrático y cívico, lo cual confirma su valor más transversal.

Por todo ello, es importante que valoremos el papel elemental que juegan las bibliotecas como garantes del acceso a la información y en la lucha por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible; si así lo hacemos, éste será un mundo mejor.

José María Hernández Vallejo

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