Muñecas Abayomi, símbolo de fortaleza de madres africanas
enero 21, 2019Poder hablar de la historia de los afrodescendientes es sinónimo de valentía, de guerreros, guerreras, reyes, reinas, príncipes y princesas que, producto del delito de la trata esclavista, fueron divididos en todo Latinoamérica, es lo que hoy conocemos como Diáspora.
Hablar de África es historia, es esencia, es valor, pues nosotros los afrodescendientes, personalmente yo, sentimos que provenimos de personas que lucharon por su libertad, fueron tratados de la manera más inhumana, siendo esclavizados, siendo tratados como objetos, sin ningún tipo de derechos; pero ellos y ellas nunca se rindieron, las mujeres afro fuimos tratadas también como objetos sexuales, fuimos maltratadas, pero siempre resistimos.
Cuenta la historia que cuando la madres eran captadas por los esclavistas, los hijos sufrían y se desesperaban, para el calmar el llanto y dolor de su hijo, las madres se arrancaban las vestiduras y elaboran una muñeca de trapo, como símbolo de amor, de protección, para poder llevar alegría a los suyos en momento de sufrimiento, desesperación y confusión, así como para que el niño no sintiera que estaba solo; es lo que se conoce como muñeca “Abayomi”, estas muñecas representan la valentía y fortaleza de las mujeres africanas, que a pesar de ser expuestas a tratos inhumanos, hicieron de todo por sus hijos.
Estas muñecas se elaboraban con seis nudos, en cada uno contenía un rezo, un deseo o una bendición para sus niños o para la persona a la que se pensaba regalar la muñeca; era muy importante que las muñecas no tuvieran ojos ni nariz ni boca para que todas las etnias africanas pudieran identificarse con ella.
“Abayomi” es una palabra africana que significa “encuentro precioso”. En muchas ocasiones las muñecas han sido relacionadas con brujería, hechicería, sin embargo, el verdadero significado es este.
Las afrodescendientes que conocemos esta historia fortalecemos nuestra identidad, nuestro empoderamiento, para seguir luchando por nuestros derechos, como mujeres, como afros; derechos que fueron oprimidos e invisibilizados, pero que gracias a nuestra lucha, poco a poco vamos haciéndolo valer.
No es fácil, nada fácil, ser ícono afro en una sociedad prejuiciosa y estereotipada, donde todo lo “negro” se ve como un signo negativo; nosotros somos más que un color, más que un estereotipo, más que un prejuicio; no soy comparación de un café, de un color o de un objeto, soy resistencia, soy guerrera, por que luchamos para tener políticas para nuestra etnia, luchamos por respeto, luchamos en honra de quienes dieron su vida por obtener la libertad de nuestros pueblos.
Katherine Elvira Llanca Rodriguez