La 4T: el “coaching” de la política

La 4T: el “coaching” de la política

julio 23, 2019 Desactivado Por La Opinión de

Al igual que la proliferación de diversos tipos de “coaching”, método creado por señor llamado Timothy Gallwey, entrenador de tenis que desarrolló dinámicas grupales de motivación sin claro sustento científico, acerca del comportamiento humano, la Cuarta Transformación del Presidente Andrés Manuel López Obrador demuestra caminar en la misma dirección.

Desde su primer intento, en 2006, por ocupar el Poder Ejecutivo, López Obrador siempre abanderó, aparentemente, muy buenas intenciones que, dicho sea de paso, cualquier persona en su sano juicio aplaudiría, como buscar ante todo el bienestar y protección de los más pobres, la cero tolerancia a la corrupción y el destierro del llamado “influyentismo”; sin embargo, la evidencia demuestra, una y otra vez, que el estilo de gobierno de la 4T se parece mucho más al tono motivacional y cortoplacista que caracteriza a los populares programas de “coaching”, que a un verdadero arte basado en procesos históricos, políticos y estadísticos.

Si observamos con mayor detenimiento, los “coaches” no se caracterizan por contar con una especialización específica, sino que suelen retomar premisas de diferentes disciplinas para promover determinados “principios”, como “ser siempre el número uno” o “estar eternamente feliz”. En este sentido, la 4T ha retomado presuntas soluciones para mejorar a la nación, como la mal aplicada austeridad republicana para erigirse como la “esperanza de México”. No obstante, la reciente y dura carta de dimisión del ex Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, ha confirmado la falta de preparación de quienes conforman el actual Gobierno, empezando por el propio Presidente.

En este mismo sentido, la falta de conocimiento profundo, empírico y científico del “coaching”, hace que se incurra incluso en prácticas peligrosas: algunos de estos cursos suelen utilizar prácticas coercitivas e incluso violentas a nivel psicológico. Si trasladamos esto al plano político mexicano, las acciones que hasta ahora está llevando a cabo la 4T, en realidad, está perjudicando el bienestar de la población: tanto recorte presupuestal en sectores clave como salud, educación o infraestructura no va a ser sostenible en el largo plazo sin cobrar factura a posteriori.

Si México sigue en una riesgosa espiral en la que día tras día se comprueba que la 4T no es más que un proyecto vacío, hueco, carente de técnica y conocimiento como el “coaching”, entonces, efectivamente, el país tendrá como mandatario a un entrenador idóneo para juegos de béisbol, pero fatal para la prosperidad del país, porque como ya dijo el Presidente: “gobernar no tiene mucha ciencia”… ¿O sí?

Bernardo Ramírez López
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