La peligrosa moda de acusar a quién vacaciona en la pandemia
enero 8, 2021Empieza este 2021, en el que, de todo corazón y sinceramente, espero el año pinte no tan caótico como el anterior, pero que debemos asumir grandes retos desde el aminorar los efectos de la pandemia hasta la democracia mexicana.
Inicia, además, con confinamientos parciales en algunos estados de la república, en la que la mayor parte de los estados no pasan del color naranja del semáforo epidemiológico implementado por la Federación. Y, socialmente, cada vez nos volvemos más sensibles o crece la indignación cuando vemos incongruencias en los funcionarios públicos, si bien la llegada de la vacuna ya nos da cierta esperanza a los mexicanos, han desfilado por las redes sociales desde personajes del sector salud, legisladores y servidores públicos evidenciados en lugares, sitios vacacionales ignorando por completo las recomendaciones de las autoridades en materia de salud.
La más reciente fue la del mismísimo subsecretario Hugo López-Gatell, que fue expuesto en redes sociales por vacacionar en Oaxaca en momentos críticos de la emergencia sanitaria en el resto del país, tan sólo en la capital que están en rojo en aparente confinamiento; desde luego despertó la indignación en especial de los opositores políticos de la 4T.
También es de destacar que, en esta pasada temporada decembrina, las playas se han abarrotado de gente, evidencias hay en notas periodísticas, desde luego hay cierta irresponsabilidad en la gente, a pesar de que insistan en que cumplieron los protocolos sanitarios. Pero si eres una personalidad pública o el encargado del manejo de la crisis por la pandemia, pues a pesar de salir a decir que no tienes nada que ocultar, que mereces un descanso, lo cuál es más que loable, aun así, racionalizar, justificar, defender lo indefendible hay un grave problema de congruencia en el servicio público, por no decir una enorme soberbia.
Tomemos el caso de David Clark, ex ministro de salud en Nueva Zelanda, quién tras decretar el confinamiento en su país a finales de marzo del 2020, posteriormente fue captado vacacionando en su casa de playa, por lo que fue duramente criticado en su país; el servidor público reconoció su error ante la Primera Ministra de su país, además de presentar su renuncia.
Esto en un obvio contraste con lo que se presenta en México, nos denota que la calidad del servicio público en nuestro país es deplorable, más si lo comparamos con un país referente en la Administración Pública como lo es el del caso arriba mencionado. No hay duda de que acabar con esta situación es un acto de corresponsabilidad del gobierno y la ciudadanía, sin embargo, situaciones así no ayudan en nada.
Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24
Imagen: Engin Akyurt / pixabay.com